"En la política he sido el hombre más feliz del mundo"
Xavier Trias (Barcelona 1946), pediatra, casado, con cuatro hijos y tres nietos, es un corredor de fondo de la política. Nacionalista dialogante y nada dogmático, se presenta con cierta osadía como la más fresca y renovadora de las opciones a la alcaldía de Barcelona.
Pregunta. Usted se preparó para competir con Joan Clos, pero ahora tiene enfrente a un político muy joven. ¿Por eso en sus carteles han desaparecido las arrugas y las canas?
Respuesta. No es cierto que me hayan retocado la imagen. Mi mujer opina incluso que me hace más viejo. Pero a mí me gusta porque tengo una expresión en la que me reconozco. En cambio, Hereu sí ha trucado su imagen de una manera que roza lo grotesco.
"Cuando me pongo al lado del señor Hereu, no me siento mayor que él"
"No iré al notario, pero si sumo con el PP, también sumo con otros. Hablaré con todos"
P. Pero se ha quedado sin su principal argumento.
R. De espíritu me siento muy joven. Y es cierto que he estado muchos años gobernando y no lo escondo. Pero sinceramente, cuando estoy al lado del señor Hereu, ni de pensamiento, ni de imagen, me siento mayor que él. Un día le dije: "Si quieres, corremos 100 metros"... Lo mantengo.
P. ¿Puede presentarse como candidato del cambio quien ha sido consejero de Sanidad y de la Presidencia de los gobiernos de Jordi Pujol?
R. Desde luego. Del mismo modo que Maragall se presentaba como el cambio para la Generalitat habiendo sido tantos años alcalde, yo me puedo presentar como el cambio en Barcelona. Hace 28 años que mandan los mismos.
P. ¿Es esta su última oportunidad política?
R. La última creo que no, pero sí estamos ante una oportunidad única. Es muy difícil ganar a un alcalde que lo ha hecho bien, pero el Ayuntamiento ha sido tal desastre en los últimos años que el PSC ha tenido que cambiar el alcalde.El tripartito se ha equivocado en las prioridades. Por ejemplo, ha hecho un urbanismo de escaparate, sin pensar en las personas. Creo que podemos ganar.
P. Es curiosa la política: usted llegó a ser señalado como posible sustituto de Pujol y le enviaron a dar la batalla de Barcelona, en la que CiU ya había sacrificado a figuras como Miquel Roca y Josep María Cullell. Ahora, en cambio, es un salvavidas.
R. No es cierto que me sacrificaran. El mismo día que fui nombrado consejero de la Presidencia, Jordi Pujol ya me dijo que yo ocupaba ese puesto para ayudarle, no para ser presidente el día de mañana.
P. Visto lo visto, ¿cree que Jordi Pujol se equivocó no aceptando la oferta de pacto de Carod en su última legislatura? Ahora tendría más fácil el bipartito en el Ayuntamiento.
R. Eso es prehistoria, y no caeré en la trampa de pensar que el tripartito es inevitable. Si gano, puede haber un gobierno bipartito. Sólo tengo que sacar un concejal más que los socialistas.
P. Pero para eso tiene que dar un salto muy grande. Usted obtuvo el segundo peor resultado de CiU en Barcelona, 9 concejales, frente a los 15 del PSC.
R. Partimos de la base de que a nosotros nos irá bien y a los socialistas mal, y no es una esperanza ingenua: por primera vez eso es posible.
P. Si CiU pierde Tarragona y usted no gana en Barcelona, ¿cuál es el futuro de CiU?
R. Ganar dentro de cuatro años la Generalitat. La ilusión de algunos es que desaparezcamos, pero mucha gente cree que tiene que haber una fuerza como Convergència.
P. ERC aspira incluso a ocupar su espacio.
R. Con la política que hace, imposible. Nuestro espacio es de centro... y de sentido común. Esquerra juega a la independencia y a ser muy, muy de izquierdas. No creo que genere mucha confianza.
P. ¿Hay vida fuera del poder?
R. Bueno, yo la tengo. Si tuviera que estar siempre en la oposición, no sé si me dedicaría a la política, porque a mí la política me interesa en la medida que me permite transformar las cosas. Creo que es bueno para un político pasar por la oposición, pero con un tiempo corto es suficiente.
P. ¿Aceptaría un pacto con el PP para ser alcalde?
R. Quieren hacerme decir que pactaré con el PP porque saben que eso me hace perder votos. No caeré en esa trampa.Yo no iré al notario, pero si sumo con el PP también sumaré con otros y, por tanto, hablaré con todos. Sólo exigiré dos cosas: lealtad y entender que el gobierno que hagamos ha de ser colegiado.
P. Usted se proclama socialdemócrata, pero Artur Mas ha irrumpido en campaña en los términos que cultiva la derecha, vinculando inseguridad e inmigración. ¿Teme que el PP arrastre el voto del miedo?
R. Se han tergiversado las palabras de Artur Mas. En todo caso, sobre estos asuntos digo siempre lo mismo en todas partes. Es sabido que en CiU hay un abanico de opiniones, pero todos respetan mi posición y las explicaciones que doy, y lo que digo es que la integración de los inmigrantes pasa por un trabajo estable y una vivienda digna. No creo que eso sea de derechas. Y también hablo de policía de proximidad, como Ségolène Royal. La equivocación sería hablar de tolerancia cero y aplicar la dinámica acción-reacción.
P. En primavera fue usted a Estocolmo, dijo que a tomar nota. ¿De cómo el partido liberal que ha ganado las últimas elecciones desmonta el modelo socialdemócrata?
R. En Suecia pasa algo interesante. Tras muchos años de gobierno socialdemócrata, gana las elecciones un partido liberal, pero no es un liberalismo escorado a la derecha, sino de centro, y que proclama que no piensa cambiar las grandes políticas de los socialdemócratas, sino ajustarlas. Y quiero ver qué ocurre.
P. ¿Qué tiene usted contra las focas?
R. Nada. Es una provocación. Simplemente he criticado que se dedique tanto dinero a construir un zoo marino sobre el mar y ahora se ponga el grito en el cielo cuando propongo construir un barrio de 10.000 viviendas en el puerto.
P. Pero sus adversarios alegan que el puerto está lleno de depósitos inflamables.
R. Es una vergüenza que se esgrima el asunto de los depósitos inflamables, porque el lugar que propongo está a la misma distancia de los depósitos que el barrio de la Marina. Saben que tengo razón y que no será un gueto, porque lo haremos bien.
P. ¿Se ha arrepentido de dejar la medicina?
R. No, nunca. En la política he sido el hombre más feliz del mundo. Nunca me lo he pasado tan bien, y me lo pasaré aún mejor si gano.
CONFESIONES DEL CANDIDATO
Un sueño: Suprimir la pobreza.Un libro: Cien años de soledad, de García Márquez.Un lugar: Menorca.Un personaje: Jordi Pujol.Una comida: Callos con garbanzos.Una música: Madame Butterfly de Puccini.Un momento amargo: La muerte de mi padre.Un momento feliz: El primer hijo.Qué le hace reír: Casi todo.Un SMS: Disfrutad.
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