El aspirante victimista

El candidato del PP rechazó la entrevista por el boicoteo de su partido al grupo PRISA, editor de este periódico.

Si José Antonio Nieto (Guadalcázar, Córdoba, 1970) no se hubiera plegado al boicoteo del PP contra el Grupo Prisa habría sido interesante preguntarle por qué ha mantenido un discurso de perdedor desde el inicio de la campaña. El candidato popular, abogado de formación metido en política desde 1989, no se cansa de preguntar a IU y PSOE si pactarán para gobernar después del 27M o si dejarán que sea la lista más votada la que se lleve el gato al agua. O bien Nieto ya tiene asumido que su partido no alcanzará la mayoría absoluta necesaria para ser el próximo alcalde. O bien ha depositado todas sus esperanzas en que, con un discurso victimista, pueda movilizar a los votantes para que le apoyen. Quizás, sea una combinación.

La peculiar distribución de votos de Córdoba -IU y PP se disputan ser los más votados desde la transición y el PSOE ha estado siempre relegado a ser la tercera fuerza- hace que la única alternativa plausible a IU ahora sea que Nieto logre 15 concejales o más, es decir, uno más que la izquierda, algo que la mayoría de los sondeos descartan de momento.

José Antonio Nieto se estrenó en política con el Centro Democrático y Social (CDS) a finales de los años ochenta. Ocupó varios cargos de responsabilidad regional dentro del CDS hasta que en 1995 entró en el Ayuntamiento de su pueblo enrolado en las filas del PP. Luego dio el salto a la capital cordobesa y ha sido concejal desde 1999. En marzo de 2006 ocupó el cargo de presidente provincial del PP en sustitución de María Jesús Botella, cuñada de José María Aznar.

Nieto fue nombrado portavoz municipal del grupo popular en el Ayuntamiento de Córdoba en abril de 2004. El candidato del PP ha mantenido una línea moderada. Pero no ha sabido atacar a Aguilar cuando la alcaldesa ha estado contra las cuerdas en algún asunto municipal. Y la regidora, con muchas más tablas, lo ha despachado sin problemas en los plenos. Curiosamente el PSOE -con sólo cuatro concejales frente a los 12 del PP- ha sido el que ha liderado la oposición más dura.