El Vaticano e Israel vuelven a negociar sobre Tierra Santa
Las antiquísimas negociaciones entre el Vaticano e Israel se reanudaron ayer, tras una interrupción de cinco años, con una reunión en Roma de la Comisión Bilateral. Los representantes del Vaticano reivindicaron de nuevo el derecho a no pagar impuestos por sus edificios en Tierra Santa. La parte israelí insistió en la necesidad de mantener un control político sobre todas las sedes religiosas en su territorio.
La Comisión Bilateral emitió un comunicado que hablaba de "gran cordialidad" y "esperanza en nuevos avances". Algo se avanzó, ya que se fijó otra reunión para diciembre, a celebrar en Israel. Fuentes diplomáticas indicaron, sin embargo, que subsistían "las dificultades de fondo".
El conflicto entre el Vaticano e Israel comenzó en 1948, con el nacimiento del Estado sionista. El primer problema fue de naturaleza fiscal. Israel decidió aplicar a los edificios católicos los mismos impuestos sobre la propiedad que gravaban cualquier inmueble, pero el Vaticano invocó derechos adquiridos a lo largo de la historia, remontándose a las Cruzadas y más allá, y la práctica habitual en otros países, para declararse exento.
Luego surgieron conflictos de propiedad, como el que afecta al convento de San Antonio, en el que las monjas franciscanas acogieron la Hebrew University cuando ésta perdió su sede por la guerra de 1948. La universidad decidió quedarse en el convento, pero la Iglesia católica exige que se vaya.
Juan Pablo II logró un éxito con la firma, en 1993, del llamado Acuerdo Fundamental, que permitió normalizar las relaciones diplomáticas, pero fue en gran parte un cascarón vacío: establecía, básicamente, la necesidad de alcanzar "un acuerdo global", el que sigue persiguiéndose ahora, 14 años después.
El Gobierno de Israel se reserva desde su fundación la potestad de tomar cualquier decisión que afecte a templos y organizaciones de culto, incluso contraviniendo sentencias judiciales. Las autoridades no parecen especialmente interesadas en renunciar a ese poder y siguen dilatando las negociaciones con el Vaticano.
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