Baltar pide en Nogueira ayuda para mantenerse en la Diputación

Visto y no visto. En su feudo de Nogueira de Ramuín, donde ejerció de maestro de escuela durante largos años y de donde salió como alcalde propulsado al frente de la Diputación y a la presidencia del Partido Popular de Ourense, José Luis Baltar lo es todo. Sin parangón.

Ayer, ante 300 entregados vecinos, Baltar mostró lo mejor de su capacidad mitinera que suele reservar para el rural. "¡Ayudadme a conseguir de nuevo la Diputación!", suplicó al auditorio que abarrotaba el comedor del centro escolar del municipio, y que prorrumpió en aplausos y vítores, además de expresiones que daban por seguros sus votos.

Pero antes de ello, el presidente provincial del Partido Popular volvió a sus orígenes. "Si no vengo a Nogueira en unas elecciones noto que me falta algo; no puedo", manifestó, dando cuenta de cómo allí consiguió su plaza de maestro "por oposición" y de cómo se hizo posteriormente con la alcaldía que le llevó en volandas a la Diputación provincial de Ourense que aún preside.

Ante el auditorio más afín posible que le esperaba ya a la entrada del colegio para plantearle, uno a uno, cuestiones personales, Baltar se dejó querer. Incluso en Nogueira, pidió apoyo al candidato del PP a la alcaldía de Ourense, Enrique Nóvoa, a quien definió como persona de "toda su confianza".

"Errores de Aznar"

Después de pedir el voto para el alcalde y candidato a la reelección, Carlos Temes, dibujó un sombrío panorama de un Gobierno bipartito "que no hace nada de nada y menos para pueblos como éste". Sí reconoció algunos fallos pasados del Partido Popular de los que hizo responsable al ex presidente José María Aznar "por no saber reconocer los errores".

A continuación, arremetió contra el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tildándole de gafe y, haciendo un chascarrillo, expresó su deseo de que venga a Ourense a respaldar al candidato socialista, Francisco Rodríguez: "Será la forma de garantizarle que pierda". Para el BNG también hubo una píldora. "No podemos consentir que nos gobierne la lista menos votada de Galicia", dijo.

El personal quería más, pero Baltar tenía prisa. El presidente provincial cumplió con los suyos y salió disparado hacia su próximo mitin en otro ayuntamiento de la provincia. Se fue sin dar apenas más opción al candidato, Carlos Temes, que para oficiar como anfitrión del jefe. "Hay que votarle", pidió Baltar, "porque es muy buen chaval".