El tripartito repite en Barcelona pese a un ligero avance de CiU

CiU logrará un incremento en votos en las elecciones municipales de Barcelona, pero no será suficiente para formar gobierno en la ciudad, según la encuesta del Instituto Opina. La coalición nacionalista podría obtener un concejal más en detrimento de ERC. Sin embargo, para poder hacerse con el Ayuntamiento debería pactar con los republicanos y, además, con el PP, una alianza imposible a día de hoy. Así que el tripartito que gobierna la ciudad (PSC, ERC e ICV) podrá repetir mandato. Además del avance de CiU, los socialistas también suben: 2,4 puntos respecto a 2003.

El crecimiento de los dos grandes partidos en Cataluña se hace a costa de todos los demás. Tanto los dos socios de Gobierno (ICV y ERC) como el principal opositor (PP) bajan en intención de voto.

Se registra un incremento de votos de PSC y CiU a costa de Iniciativa, Esquerra y el PP

Los barceloneses suspenden a todos los partidos con representación municipal

Los datos se explican si se atiende a la valoración que merece a los ciudadanos la actuación de los partidos y de los candidatos en Barcelona. Suspenden todos los partidos. De los candidatos, sólo aprueba Jordi Hereu (PSC) con un 5 raspado. Las puntuaciones decrecen en la misma medida que la intención de voto.

Los principales problemas que citan los barceloneses en la encuesta son, por este orden: la delincuencia, el precio de la vivienda, la inmigración y la suciedad.

Para los tres partidos que forman parte del gobierno municipal, repetir los resultados es ya un éxito. Porque, cuando se solicita a los ciudadanos la opinión sobre los principales asuntos a debate en la ciudad, el resultado es demoledor. La ordenanza cívica, aprobada en esta legislatura para frenar la degradación de la convivencia en Barcelona, no ha logrado su propósito según el 44,4% de los encuestados. Sí aprecia la norma un 43%.

La implantación del área verde (que permite aparcar a los residentes en cada barrio), reforma acometida por el Consistorio y con el alcalde, Jordi Hereu -entonces responsable de Movilidad- como impulsor, también suspende y con similar porcentaje (44%). Son menos todavía los que creen que se trata de una medida acertada: 36,5%.

La crisis del barrio del Carmel -el hundimiento de un túnel que no era competencia del Ayuntamiento sino del Gobierno autónomo- también pasa factura a la corporación municipal. El 55,5% sostiene que la actuación del Consistorio no fue la adecuada.

Y el resultado es aún peor cuando se trata de averiguar la opinión del ciudadano sobre si la vivienda ha sido una prioridad en Barcelona (el 76,8% dice que no) o si se pregunta por una de las grandes obras que se acometerán en esta legislatura: el túnel del AVE por el centro de Barcelona, que recibe el rechazo del 61,5% de los encuestados.

Con todo esto, nada tiene de extraño que el 58,6% responda que sería conveniente un cambio en el Ayuntamiento de Barcelona. Respuesta que, sin embargo, se estrella ante la falta de entusiasmo que despierta la oposición. Porque si Hereu consigue una nota de 5, Trias se queda en el 4,75 y Alberto Fernández en el 3,14 (la peor).

La actuación de los grandes partidos españoles es un mapa asimétrico. José Luis Rodríguez Zapatero es aprobado por los votantes de todas las fuerzas, salvo por los del PP. Mariano Rajoy es suspendido por quienes votaron a otros partidos e incluso entre los suyos logra el rechazo de uno de cada cuatro votantes. El 26,3% de quienes afirman haber votado al PP reprueba la gestión de su principal líder.