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Crónica:Fútbol | 35ª jornada de Liga
Crónica
Texto informativo con interpretación

Doble pasillo al Sevilla en Riazor

El Deportivo rinde homenaje primero al campeón europeo y le regala después el triunfo

El Deportivo fue generoso ante un Sevilla con la batería a punto de agotarse. Le hizo dos pasillos al campeón de la Copa de la UEFA. El primero, merecido, por el título conseguido. Con el segundo se demostró la bisoñez de un equipo que no tiene claro a qué juega. Se adelantó, pero en dos minutos regaló al Sevilla el empate e instantes después otro gol para no estropear sus aspiraciones a la Liga. El Depor ni siquiera fue capaz de marcar en la prolongación de un encuentro lamentable cuando Palop estaba entregado.

Cuatro veces se han enfrentado el Deportivo y el Sevilla esta temporada, dos en la Liga y dos en la Copa. Las cuatro, con el mismo resultado. Ayer parecía que podía ocurrir algo distinto. Las dinámicas piernas del conjunto de Juande Ramos llegaban con el lastre de la prórroga de Glasgow y dos días de celebraciones por su segundo título europeo consecutivo. Pero ni aun así el Depor fue capaz de sacudirse el complejo de inferioridad.

DEPORTIVO 1 - SEVILLA 2

Deportivo: Aouate; Coloccini, Lopo, Andrade, Capdevila; Sergio, De Guzmán; Estoyanoff (Bodipo, m. 58), Juan Rodríguez, Riki (Filipe, m. 15); y Arizmendi (Taborda, m. 85). No utilizados: Munúa; Barragán, Manuel Pablo y Adrián.

Sevilla: Palop; Alves, Javi Navarro, Escudé, David; Navas, Maresca (Martí, m. 46), Renato, Adriano (Duda, m. 58); Chevantón (Luis Fabiano; m. 58) y Kanouté. No utilizados: Cobeño; Hinkel, Dragutinovic y Puerta.

Goles: 1-0. M. 72. Bodipo, de tiro cruzado. 1-1. M. 76. Falta colgada por Duda que Renato manda a la red. 1-2. M. 83. Kanouté, dentro del área chica.

Árbitro: Teixeira Vitienes. Amonestó a Andrade, Alves, Javi Navarro, Bodipo, Juan Rodríguez y Coloccini.

Unos 12.000 espectadores en Riazor.

El Deportivo, sin gol, amenazó con tiritos desde lejos y con un Arizmendi descosido para llegar a los dominios de Palop. El Sevilla, con gol, pero con un fútbol cansino, malogró una ocasión inmejorable para adelantarse. Kanouté, convertido en su arquitecto, birló a De Guzmán la pelota en el centro del campo, se la entregó a Chevantón y el uruguayo demostró por qué no es titular. Hizo lo más difícil. La estrelló contra Aouate.

Ramos intentó compensar el cansancio con piernas frescas, pero el título europeo lo habían celebrado todos. Chevantón, David Costelo o Renato no fueron capaces de imprimir el ritmo habitual del Sevilla. Sólo Kanouté, inacabable en centímetros y condición física, bajaba a la media a buscar el balón para distribuirla.

En el Deportivo, como siempre, el cacique Lopo se llevaba los aplausos de la grada, que sólo ovacionaba los goles de la Real Sociedad contra el Celta, el eterno rival. Cuando el mejor es un central, el fútbol de un equipo se retrata.

En el segundo tiempo, el partido se convirtió en un auténtico correcalles, dudosamente ortodoxo, pero sí más divertido. Ramos buscó en Martí lo que no le ofrecía Maresca. Joaquín Caparrós encontró en Bodipo, tras una lesión de siete meses, lo que no le ha ofrecido ningún otro delantero.

En el cuerpo a cuerpo de los dos equipos, despreciando el centro del campo, el Deportivo golpeó primero. Andrade se llevó el balón en la defensa, se lo entregó a Sergio, que buscó a Filipe y el brasileño, sin la sombra de Alves, centró para que Bodipo engatillase una volea de museo. Es su primer gol con el Depor. El premio a una recuperación fatigosa.

La alegría suele durar poco en casa del pobre. Dos minutos después, Duda, que había ocupado el puesto de Adriano, botó una falta y Renato remató a placer. Aouate estaba de pesca.

Luego, llegó el lío. El Deportivo se entretuvo protestando un córner por una pelota que agarró Palop de forma sospechosa en la línea de fondo. El portero se apresuró a sacar, Navas bajó a tierra el cuero entre dos defensas y Kanouté lo envió a la red. Sergio pudo empatar en el descuento, pero su tiro se estrelló en el rebumbio de piernas. Antes, Luis Fabiano había estrellado una ocasión clara en el muñeco. Ni se lamentó. Al Sevilla le habían hecho dos pasillos.

Renato celebra el primer gol del Sevilla.
Renato celebra el primer gol del Sevilla.EFE

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