Stoner se deja llevar
El australiano de Ducati 'vuela' gracias a un sistema de tracción que prevé las caídas de su moto
Ducati ha reinventado a Casey Stoner. El australiano, con 21 años el piloto más joven de MotoGP, manda en el campeonato y no hay indicios de que afloje. Ha ganado tres carreras de cuatro disputadas y, protegido por un motor que rinde más que ningún otro, ni Valentino Rossi ha sido capaz de atar en corto al canguro de Kurri-Kurri. Stoner ha cambiado y ya no parece aquel descerebrado piloto que el año pasado rodaba más tiempo por el suelo que encima de su Honda. Por algo se ganó el apodo de Rolling Stoner. El control de tracción de su Honda tampoco le ayudaba.
"El sistema electrónico de tracción que utiliza Honda, producido por la misma marca, es reactivo. El ordenador espera que la moto perciba problemas de tracción para corregir", explica Juan Martínez, ex jefe de mecánicos de Sete Gibernau.
Cuando la electrónica entra en funcionamiento en una Honda, el piloto puede perder el control de la moto, lo que podría explicar varios de los 14 talegazos que el año pasado se atizó Stoner. "Pero el control de tracción de Ducati es preventivo, lo que significa que prevé la pérdida de tracción y entra en funcionamiento antes de que la moto derrape", expone Martínez, actual director técnico de un equipo de 125cc. "Para que la cosa funcione, el piloto ha de fiarse de la moto, y parece que Casey confía ciegamente en ella", cierra el técnico. "Me siento muy cómodo con este control de tracción", apunta Stoner.
Cuando fichó por la marca de Bolonia, los responsables del Reparto Corse, la división de carreras, se sentaron a hablar con él. "Déjate llevar, no tengas miedo", le dijo Cristian Populi, director técnico del equipo. Y él, un piloto sobrado de intrepidez, se lo tomó al pie de la letra. "Casey ha notado una gran mejoría en el control de tracción. Se siente con mucha más confianza y eso se ha notado en las carreras", argumenta Pipi, como así conocen al ingeniero en el taller italiano. Y vaya si se ha notado. En menos de seis meses -desde que el Mundial se cerró la temporada pasada en Valencia con el australiano rodando de nuevo por el suelo-, el cambio ha sido enorme. La culpa es también de los ingenieros. Los de Ducati y los de Magneti Marelli, quien fabrica el sistema electrónico que controla la tracción de su moto.
La empresa del Viale Aldo Borletti, en Corbetta, Milan, es pionera en la creación de tecnología aplicada a las carreras. Se fundó en 1919 y creció hasta convertirse en una de las más importantes en la fabricación de componentes de alta tecnología aplicada a las carreras. Los Ferrari de Felipe Massa y Raikkonen poseen sus componentes, y la Yamaha de Valentino Rossi también. Aunque si alguien está sacando partido de la sapiencia de Magneti Marelli en casi un siglo de carreras es Stoner. El australiano está tan convencido de la eficacia del control de tracción de su Ducati que se deja llevar. Hasta lo más alto.
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