Dulce caída
Los jugadores del Espanyol levantan el ánimo y se muestran seguros de llegar pronto a otra final
Otra vez los malditos penaltis. La segunda final europea del Espanyol se esfumó como la primera en Leverkusen hace 19 años, en la ronda de penas máximas. Sólo un equipo ha vivido semejante fiasco en la historia de las tres competiciones europeas. Se trata del Arsenal, que perdió de esa forma la final de la Recopa de 1980 ante el Valencia y la final de la Copa de la UEFA de 2000 ante el Galatasaray. Es más, el Arsenal también perdió en la prórroga la final de la Recopa de 1995 en París ante el Zaragoza con un gol de Nayim desde casi el centro del campo. Pero, a diferencia del Espanyol, un año antes ya había ganado esa competición y en 1970 había conquistado también la Copa de Ferias.
Junto al Arsenal, el blanquiazul es el único club que ha perdido dos finales en los penaltis
En Hampden Park, N'Kono no lo quiso ver. Se colocó tras la hilera que jugadores y técnicos formaron en la banda del terreno de juego y desde allí, bajo la lluvia, se pasó el tiempo mirando a la portería donde no había nadie. En la otra se decidía el campeón. El actual preparador de porteros del Espanyol ya había sufrido en sus carnes la crueldad de perder una final en la ruleta de las penas máximas cuando defendía el marco del equipo blanquiazul. Habían transcurrido 19 años de aquella pesadilla en el estadio Ulrich-Haberland de Leverkusen, pero los nervios eran los mismos. Entonces N'Kono detuvo uno de los lanzamientos del Bayer pero tres de sus compañeros, Urkiaga, Zúñiga y Losada, fallaron los suyos. Se esfumó la conquista de la Copa de la UEFA y el equipo alemán se alzó con un trofeo que ya creía absolutamente perdido tras haber sido goleado por 3-0 en Sarriá. Diecinueve años después, la historia se repitió, aunque ni el desarrollo de la final ni el comportamiento del equipo sobre el campo fue el mismo. Esta vez, en Glasgow, el Espanyol jugó como un equipo indomable. Jamás se rindió y ni siquiera perdió el partido. De hecho, no fue campeón pese a que cerró una UEFA de ensueño, invicto tras 15 partidos saldados con 11 victorias y 4 empates.
Un poco por todo ello, Gorka, el portero que ha disputado la Copa de la UEFA, mientras en la Liga se alineaba Kameni, lanzó un mensaje optimista: "Este equipo tiene mucho futuro. Hemos demostrado que merecemos otra oportunidad". Tamudo recogía el guante: "Esto sigue y nos vamos a levantar rápido. No creo que volvamos a tardar tanto en llegar a otra final".
Daniel Sánchez Llibre, el presidente, considera que lo que no puede volver a suceder es lo que había pasado hasta hace poco, que transcurrieran 60 años sin que el Espanyol disputara una final de Copa o casi 20 sin que volviera a la final de la Copa de la UEFA. "Somos un club de clase media alta y tenemos que estar más cerca de Europa que de abajo. Hace un año no nos conocía nadie y ahora nos conoce hasta el taxista que nos ha traído hasta el hotel de Glasgow".
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