Mangada: "Hubo que inventar un nuevo Madrid"

La foto retrae al arquitecto Eduardo Mangada a finales de los años ochenta, los de su mayor "aportación profesional a la política". Concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid con el PCE y consejero de Política Territorial con el PSOE, Mangada es el padre del planeamiento urbanístico del Madrid de Enrique Tierno Galván.

Por aquel entonces, recuerda el arquitecto, se enfrentó a una herencia que había dejado un "Madrid destructivo; hubo que inventar una ciudad nueva". Lo logró con un plan, el de 1985, que fue denostado por la derecha. "Lo primero que había que hacer era corregir muchas de las cosas que nos habíamos encontrado, mucho antes de comenzar con nuevos proyectos". Además, "había que pensar que Madrid era algo más que la capital". Con el tiempo, dice, se ha comprobado que "la realidad de municipios como Fuenlabrada o Alcorcón se ha impuesto con tal fuerza que Madrid ya no se puede concebir como lo que está dentro de la M-30".

Izquierdista convencido, Mangada tuvo muy claro a quién había que atender desde el principio. "Las reivindicaciones vecinales eran mucho más importantes que enterrar la M-30". Del desarrollo urbano actual de Madrid recuerda lo que ha dicho en más de una ocasión: que es "perverso, inculto y agresivo".