"Al Sevilla le admira toda Europa"

El gol que marcó Davor Suker (Osijek, Croacia; 39 años) en el estadio Kariaskakis, el infierno griego de El Pireo, no sólo sirvió para dejar en la cuneta de la segunda ronda de los octavos de final de la Copa de la UEFA al Olympiakos. También espantó fantasmas y resucitó orgullos para un sevillismo que vivía los momentos más duros de su historia. La Ley del Deporte obligaba a los equipos a que se convirtieron gradualmente en Sociedades Anónimas Deportivas, a presentar unos avales como previsión de deudas antes del 1 de agosto de 1995.

Ese verano anterior al comienzo de la temporada, el club estuvo a punto de ser descendido administrativamente a Segunda B -acompañado por el Celta-; para colmo, tuvo hasta cuatro presidentes y tres entrenadores. El gol de Suker, en la prórroga, es por mérito propio uno de los grandes logros de la trayectoria sevillista en las competiciones continentales y, a pesar de los éxitos actuales, permanece en el corazón de todos los aficionados de Nervión. Eso sí, luego le eliminaría, en octavos, el Barcelona.

"No quiero decir que lo tengan más fácil, pero sí es cierto que el equipo tiene la suficiente calidad para estar arriba"

"Están practicando un fútbol maravilloso. Lo más difícil es mostrarse tan competitivos en todas las competiciones"

Pregunta. ¿Cómo recuerda usted aquella hazaña en El Pireo?

Respuesta. Sin duda alguna, es uno de los goles más importantes que haya podido marcar en toda mi carrera. Lo que significó para el Sevilla también es algo que me llena de orgullo.

P. El pasado año, la ciudad fue un verdadero mar de banderas blanquirrojas y de aficionados celebrando los triunfos en la Copa de la UEFA y la Supercopa. Los suyos eran tiempo más revueltos para la entidad. Un escándalo tras otro. ¿Cómo se vivió aquello?

R. Fue algo impresionante, muy difícil de explicar. Cuando llegamos, alrededor de las cinco de la mañana al aeropuerto de San Pablo, aquello estaba lleno de aficionados que habían pasado toda la noche sin dormir y que querían estar allí para darnos las gracias después de un año tan duro como fue ése para los sevillistas.

P. ¿Qué le parece el equipo de ahora?

R. Está practicando un fútbol maravilloso. Tocan la pelota, se mueven, atacan mucho. Su juego se admira cada vez en más partes de Europa. Además, lo más difícil es haber logrado mantenerse tan competitivos en todas las competiciones que han estado y están. Sigo mucho al Sevilla. Los dos equipos de mi vida son el Sevilla y el Real Madrid. Yo llegué a Sevilla con 23 años y tuve la oportunidad de presentarme en una competición como la española. Desde entonces adoro lo blanco, quiero que los equipos que van de blanco lo ganen todo.

P. ¿Hasta dónde cree que pueden llegar en la temporada?

R. Creo que el presidente, José María del Nido, y todos los que trabajan con el club saben el camino correcto y harán todo lo posible para que el equipo llegue hasta lo más alto.

P. ¿Cree usted tendría sitio en este Sevilla?

R. No sé, no sé (risas). En nuestra época había muchos equipos muy fuertes. Probablemente más de los que hay ahora. Estaban el Madrid, el Barcelona, el Deportivo, el Atlético... La verdad, con la plantilla que teníamos era casi imposible plantearse la posibilidad de disputar la Liga a alguno de estos equipos. Con esto no quiero decir que ahora lo tengan más fácil, pero sí es cierto que el equipo tiene la suficiente calidad como para estar en el escalón de arriba, mientras que nosotros estábamos un punto por debajo de un buen número de conjuntos. Además, en mi época no podía haber tantos extranjeros por equipo y en este equipo son fundamentales los brasileños. Tienen a Alves, Adriano... Por no hablar de Kanouté y Poulsen.

P. ¿Cómo cree que quedará la final de la Copa de la UEFA contra el Espanyol de esta noche?

R. Creo que va a ganar el Sevilla, claro. Quiero que gane el Sevilla, pero el Espanyol es un equipo difícil; todos los equipos que disputan la Liga española tienen mucha calidad y son muy complicados de batir. Pero como ya le dije, yo creo en los conjuntos que van de blanco. Qué quiere que le diga. Casi siempre son los que ganan... ¡Ahh! Una cosa más.

P. ¿Cuál?

R. Con el Sevilla a muerte.