El estratega que no hacía rehenes
Juande Ramos, virtuoso de la táctica, se mide al único equipo del que le han despedido
Juande Ramos (Pedro Muñoz, Ciudad Real; 52 años) tiene esta noche la oportunidad de conseguir su tercer título europeo en un año, un logro que colmaría las ambiciones más osadas de la inmensa mayoría de sus colegas, pero que no sacian las del técnico manchego, un hombre que se ha sentido menospreciado y minusvalorado en muchos momentos de su carrera.
"Es el mejor técnico del mundo", dice Fernando Sanz; "el más inteligente", sentencia Lopetegui
Como entrenador, Juande es unos de los técnicos españoles que mayor énfasis han puesto en la planificación y en la estrategia de los partidos. Julen Lopetegui, que estuvo a sus órdenes en el Rayo Vallecano, destaca su condición de estratega sobre todas las demás que pueda atesorar. "Es un entrenador muy inteligente, el más inteligente que he tenido. Es un genio a la hora de analizar las situaciones y rentabilizar las armas con las que cuenta". Para el ex portero, la meticulosidad de Juande Ramos supone una gran ayuda para sus jugadores. "Es un estratega en el amplio sentido de la palabra, en cada partido te da cuatro o cinco órdenes que suelen ser las claves del encuentro. Simplifica mucho las órdenes, pero las concreta muy bien".
La importancia que Juande le da a la estrategia en el fútbol la destaca asimismo el ex futbolista y ahora presidente del Málaga, Fernando Sanz, que lo tuvo como jefe en la temporada 2003-2004. "Él fue el primer entrenador que me enseñó estrategia, y mira que tuve técnicos en mi carrera como jugador". Sanz recuerda a Juande preparado y meticuloso. Su atención al diálogo con la plantilla. "Al principio, puede parecer que tiene un carácter distante, pero no lo es. Sabe hablar con los jugadores y mantener contentos a titulares y suplentes por igual; todos saben que jugará el que esté más en forma".
Es cierto que el preparador manchego no es un hombre de palabras. "Creo que lo peor que tiene es que no se ha sabido vender", asegura Sanz, "aunque eso no ha impedido que esté entre los mejores entrenadores del mundo en estos momentos". Sus relaciones con los jugadores se basan en la sencillez de las órdenes y el premio al trabajo. "El trato con el jugador es tan normal como con cualquier otro. Si tiene algo que decir se lo dice a la cara y ya está", asegura su segundo entrenador en el Sevilla, Antonio Álvarez.
La carrera de Juande Ramos marca verdaderos picos de éxito. Tras ascender al Logroñés y pasar por el filial del Barcelona, recaló en el Rayo, su trampolín. Con el equipo madrileño ascendió a Primera y lo llevó hasta los cuartos de final de la Copa de la UEFA. Sus otros éxitos fueron con el Málaga, de donde se fue a petición propia a la espera de encontrar proyectos con mayor ambición. Y, sobre todo, el Sevilla.
Gran parte de su ambición proviene de las ganas de demostrar su valía ante los que dudaron de ella o la desaprovecharon, según aseguran personas que han trabajado con él en distintos momentos. Puede tener efectos secundarios, pero, como combustible para un competidor, es inigualable.
Los tragos amargos de su carrera son su paso por el Barça B (1996-1997), su salida del Betis (2001-2002) y, sobre todo, la bronca cósmica que rodeó a despedida del Espanyol tras sólo cinco partidos disputados de la temporada 2002-2003. El Barça B es un problema que parece lejano, pero que él mismo revivió cuando enfadó mucho a los directivos de la entidad azulgrana al asegurar a principios de este año que se "olía" que Frank Rijkaard no iba a continuar en el club. El ex presidente y aún propietario del Betis, Manuel Ruiz de Lopera, se deshizo de él tras una temporada en la que el equipo, recién ascendido, acabó clasificado para disputar la Copa de la UEFA. Incluso llegó a ocupar el liderato, algo que no había sucedido en décadas, y se ganó los elogios de jugadores y afición. Ruiz de Lopera, celoso hasta las cejas del cariño que se había ganado el entrenador, le despachó insinuando que era un pesetero y que negociaba a sus espaldas con el Espanyol. En realidad era el propio Lopera el que llevaba meses hablando con Víctor Fernández.
El caso del Espanyol es especial. Ramos se enfadó tanto con el club como con los periodistas y algunos jugadores. Fuentes del club que no se han querido identificar aseguran que no se implicaba en el trabajo, mientras que otras también cercanas a la entidad blanquiazul aseguran que no se cumplió lo que le prometieron, como el fichaje de un delantero de la talla de Ricardo Oliveira. El caso es que la directiva blanquiazul decidió despedir a Juande por unas fortísimas declaraciones. "El Espanyol vendió una película que no es", replicó entonces Juande frente a quienes aseguraban que el objetivo era "ir a la Champions". En el Sevilla también se ha despachado en momentos de lo más inopinado. Nada más levantar la Copa de la UEFA en Eindhoven el pasado año, tras batir al Middlesbrough por 4-0, el entrenador sevillista dedicó el trofeo a todos aquellos que habían dudado de su capacidad al principio de la temporada, cuando sustituyó a Joaquín Caparrós.
El Espanyol, además de todo lo dicho, es el equipo que mayor goleada le ha endosado a este Sevilla mayestático: 5-0 en Montjuïc, la temporada pasada. A pesar de que Juande dijera ayer, con voz de cartón, que la experiencia en el club barcelonés había sido tan corta que no le había marcado, la respuesta puede ser de aúpa.
Seis finales españolas
La de hoy será la séptima final de la Copa de la UEFA entre equipos del mismo país: Tottenham-Wolwerhampton (3-2 global) en 1972; Eintracht Francfort-Borussia M. (3-3 y valor doble de los goles en campo contrario) en 1985; Juventus-Fiorentina (3-1 global) en 1990; Inter-Roma (2-1 global) en 1991; Parma-Juventus (2-1) en 1995; Inter-Lazio (3-0) en 1998. En la Copa de Ferias se dieron tres finales españolas: el Valencia ganó al Barcelona en la de 1962, el Zaragoza al Valencia en la de 1964 y el Barcelona, al Zaragoza en 1966. En la Liga de Campeones, el Real Madrid derrotó al Valencia (3-0) en 2000 y el Milan, a la Juve en la tanda de penaltis en 2003.
Hampden Park y el Madrid
El aforo del estadio Hampden Park es de 48.000 plazas. Acoge por primera vez una final de la Copa de la UEFA, pero ya ha sido escenario de cinco finales europeas, tres con presencia española. El Madrid ganó la Copa de Europa en 1960 goleando al Eintracht Francfort por 7-3 y en 2002, derrotó por 2-1 al Bayer Leverkusen con un inolvidable gol de Zidane. En 1976, el Bayern Munich logró su tercera Copa de Europa consecutiva al vencer por 1-0 al Saint Etienne. En la Recopa de 1962, el Atlético de Madrid empató a uno ante el Florentina y se adjudicó el título en el partido de desempate celebrado en Stuttgart. Antes de ser remodelado, el estadio podía acoger a más de 100.000 espectadores. El récord data de un Escocia- Inglaterra, de 1937, ante 149.415 personas.
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