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Verdades estadísticas | Elecciones 27M
Columna
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La velocidad y el tocino se dan la mano

Javier Sampedro

¿Qué tiene que ver la velocidad de la participación social con el tocino de la inseguridad ciudadana? ¿Poco? ¿Nada? Metan una marcha corta.

Tal y como recoge el Anuario Social de España 2004 del servicio de estudios de La Caixa -del que por fortuna, y vista la enigmática evaporación de su web en los últimos días, quedan todavía algunos ejemplares en papel -el índice provincial de seguridad ciudadana (notas del 1 al 10) es mínimo en el País Vasco, con un 1 para cada provincia. Y el 10 se lo lleva Soria, naturalmente.

El sábado, en el contexto de una discusión sobre las casillas del IRPF concedidas por cada provincia a la Iglesia católica, mi corresponsal Abd el-Krim introdujo un factor inédito hasta el momento en nuestro catálogo de verdades estadísticas: el capital social: "un concepto que viene a resumir un mayor número de relaciones sociales plasmadas en asociaciones civiles, y que según estudios politológicos se correlaciona con la evolución de una sociedad". Estos estudios se hicieron en Italia, con un resultado de "gran capital social en el norte y poco en el sur".

Pues bien, nuestro índice de "convivencia y participación social", que también lo tenemos, da lo siguiente: el capital social es mínimo en Guipúzcoa (1) y máximo en Soria y Cuenca (10). He aquí una correlación directa de las que no se regalan en las tómbolas: a más capital social, más seguridad ciudadana. La velocidad y el tocino se dan la mano.

Más curioso aún, si se fijan, es que Guipúzcoa ostente la marca absoluta en el índice español de "nivel educativo y cultural", con un redondo y luminoso 10. Muy distinta clase de tocino ha de ser ésta, o tal parece.

La inseguridad ciudadana ha sido atribuida, según los casos y las conveniencias políticas, a la inmigración, al desempleo, a la degeneración de las costumbres o a la pura y simple perversión de la mitad del mundo a la que uno no pertenece. Esta vez no tengo yo ninguna teoría de la borrasca que oponer a tanto automatismo psíquico, pero aún así les hago notar lo siguiente: los datos que acabamos de ver desbaratan todos esos prejuicios cegatos. Invéntense otra.

Por lo que toca al sedentarismo, máximo en Toledo y mínimo en Ávila, recogemos esta tormenta cerebral en nuestra sección fija A ti te encontré en un blog:

-Propongo la hipótesis de que en Ávila se dedican al footing alrededor de la muralla, ora por herencia troyana, ora por ponerse fuera del alcance de algún brazo incorrupto.

-El sedentarismo es un término vago, y perdón por el doble sentido, repuso Espejo público. ¿No es acaso la estadística la ciencia de escoger los datos que más nos gustan de la carta que nos ofrecen?

-No, le respondió Eduardo. Eso es la política.

-Sobre ese 80 % de determinismo genético...,dijo Joker, ...a ver si ahora va a resultar que ser pastún está en los genes.

-¡Joker!, dijo una voz sobrecogedora que parecía venir de todas partes y de ninguna. Ser pastún está en los genes, pero ser teresiano también: y los genes son los mismos.

Silencio.

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