Previsiones CE
La información sobre la coyuntura española más destacada de la semana última fue las previsiones de primavera de la Comisión Europea (CE) para 2007 y 2008 y el IPC de abril. Éste se comportó ligeramente peor de lo previsto, debido al inesperado repunte del precio del petróleo a finales de marzo. No obstante, dicho repunte fue inferior al que se registró un año antes por las mismas fechas, lo que permitió que la tasa anual del grupo de productos energéticos descendiera del -0,3% al -1,5%, y ello, a su vez, posibilitó que la inflación total descendiera una décima porcentual, hasta el 2,4%. El indicador de inflación subyacente se mantuvo estable en el 2,5%. Además de la evolución de los precios de la energía cabe destacar en el IPC de abril la fuerte subida de los precios de los alimentos sin elaboración, sobre todo del pollo y de las verduras, que, aunque en gran medida puede atribuirse a factores estacionales, superó la registrada un año antes, con lo que la tasa anual de este grupo de productos se fue hasta el 6,4%. También fue notoria la subida mensual (9,3%) del grupo de vestido y calzado, igualmente de carácter estacional y asociada a la finalización del periodo de rebajas de invierno. Esta subida fue la misma que la de abril de 2006, por lo que la tasa anual de este grupo se mantuvo estable en el 1%. Las previsiones para lo que queda de año siguen apuntando a un ligero descenso de la tasa de inflación total en los próximos meses, que podría ser algo más intenso si baja el precio del petróleo, si bien, a partir de septiembre remontaría de nuevo para acabar el año en torno al 3%. Ello daría una media anual del 2,5%.
El crecimiento español para 2007 se revisa desde el 3,4% previsto en otoño hasta el 3,7%
En cuanto a las previsiones de la Comisión Europea, lo más destacable es la notable revisión al alza del crecimiento del PIB de la zona del euro esperado para 2007, que se sitúa ahora en el 2,6% frente al 2,1% en las previsiones de otoño (gráfico izquierdo). Cuando comenté dichas previsiones ya señalaba que me parecían cortas, llevadas del pesimismo estructural sobre las posibilidades de la economía europea y de los efectos de las subidas impositivas en Alemania. Desde entonces, la valoración del comportamiento y las perspectivas de esta economía, que supone casi el 30% del total de la zona, han cambiado radicalmente: de una previsión de crecimiento del 1,2% en otoño se pasa ahora al 2,5%, y aún se van a quedar cortos.
También España se encuentra entre los países agraciados a los que la CE les revisa al alza su crecimiento para 2007, concretamente del 3,4% en otoño al 3,7% ahora. La revisión es del mismo orden que la que han realizado otros organismos internacionales y los analistas privados: el FMI ha pasado del 3% al 3,6% y el consenso del Panel de FUNCAS, también del 3,4% al 3,7%. El Gobierno se ha quedado rezagado con su 3,4%. Aún con esta revisión, sigo pensando que el crecimiento de 2007 será superior al 3,7% y cercano al 4%. Ésta es la tasa que puede estimarse para el primer trimestre del año (mañana, lunes, nos dará el primer flash el INE), y no hay signos de que se produzca un cambio significativo de tendencia en los próximos trimestres. Para 2008, la CE apunta a que el crecimiento se mantenga prácticamente estable en la zona del euro y que se reduzca hasta el 3,4% en España. El consenso de analistas privados lleva esta tasa incluso dos décimas más abajo. Ello parece razonable, sobre todo si tenemos en cuenta que uno de los motores del crecimiento en los últimos años, la construcción de viviendas, comienza a perder fuerza.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS).
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