MARIANO RAJOY: Entre De Juana y el "pálpito de España"

Muchos nombres propios en el discurso de Mariano Rajoy, líder del PP: primero, los de sus candidatos en Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón y Esperanza Aguirre, a quienes cubrió de flores durante un buen rato. Después, los del etarra Iñaki de Juana Chaos, Arnaldo Otegi y el partido ilegal del que éste es portavoz: Batasuna.

De Juana está "en libertad", según Rajoy, porque el Gobierno lo ha querido, y por esa misma razón "Batasuna se puede presentar a las elecciones". Dos ideas que repetirá previsiblemente a lo largo de la campaña. De Juana no está en libertad, sino en "prisión atenuada" -que podrá cumplir en su casa cuando salga del hospital-; Batasuna no se presenta, pero sí un partido, ANV, que es legal y que ha conseguido inscribir la mitad de sus listas; la otra mitad fueron anuladas porque Gobierno, fiscalía y jueces están de acuerdo en que eran disfraz de Batasuna.

Dos conceptos: "pasado" -"No miramos ni a Franco ni a la República, no nos importa la memoria histórica"- y "futuro": "Somos el partido del sentido común. Vamos a ganar estas elecciones municipales, las autonómicas y las generales. Recorro España, lo veo, lo palpo, lo siento".

Bajando a la arena, el líder del PP habló de educación -no dijo si pública o privada-, de sanidad -idem-, de economía, de inmigración "ordenada" y de seguridad ciudadana, "la primera y más importante de las obligaciones del Estado".

Y otro nombre propio repetido, el que los engloba todos: "Voy a decir en toda España que España es una nación de ciudadanos libres e iguales".