Sacando pecho
Como todo aquello que se ama, Barcelona debería conservar su identidad. No me refiero únicamente a nuestros monumentos y edificios emblemáticos, sino a la pervivencia de núcleos tradicionales que marcaron la personalidad de los barrios. Debería seguir siendo un referente de imaginación y vanguardismo. En nuestro activo contemporáneo, tenemos el Modernismo, el GATPAC o los años olímpicos; necesitamos una nueva Renaixença -también en la autoestima- con el decidido propósito de constituirnos un día en la capital de la Europa mediterránea. A veces, un cierto provincianismo, nos hace compararnos con Madrid. Compitamos con la creativa Milán, con la vanguardista Berlín, con la culta París...
Barcelona debe ser capital de una Cataluña más soberana, progresista, cosmopolita y ambiciosa. Nadie tiene que decidir por nosotros. Mirando hacia Europa, con buenas conexiones ferroviarias, con un aeropuerto digno, con alas propias y sacando pecho...
Juste de Nin es diseñador
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