"El PP piensa que la abstención es buena"

Como secretario general socialista van a ser sus cuartas elecciones municipales. El reto, dice Manuel Chaves (Ceuta, 1945), es ser el partido más votado en Andalucía y ganar en "algunas capitales". Su enemigo, la abstención.

Pregunta. ¿Cuáles son los objetivos electorales del PSOE?

"Arenas siempre ha sido un perdedor de elecciones, municipales, autonómicas, generales"

"El ciclo del Partido Popular en las capitales de provincia se está terminando"

Respuesta. El partido tiene una obligación y para mí, como secretario general del PSOE de Andalucía, una responsabilidad política, que es ganar las elecciones municipales con más votos, más concejales y más alcaldes que en 2003. Creo que ese es un objetivo que se puede conseguir. Y al mismo tiempo tenemos un doble reto, que es mejorar nuestros resultados en los grandes núcleos urbanos, ganar algunas capitales de provincia y algunos ayuntamientos en el litoral.

P. ¿En qué ciudades centra el PSOE sus expectativas?

R. No quiero provocar exceso de confianza ni tampoco desmotivación en algunos compañeros. Siempre se habla mucho de la situación electoral en las capitales, pero me parece importante destacar que los votos valen lo mismo, lo emita un ciudadano que viva en un pueblo de zona rural que lo emita un ciudadano de un gran núcleo urbano. La suma de todos es lo que indica quién gana y quién pierde.

P. ¿El PSOE aspira a ganar o a quitar la mayoría absoluta al PP en las ciudades para gobernar?

R. El partido aspira a tener el respaldo suficiente para gobernar. A partir del día 27 de mayo, si no hay mayorías absolutas, el PSOE elaborará una estrategia de coaliciones para garantizar la gobernabilidad y la estabilidad de los ayuntamientos.

P. ¿Por qué el PSOE desde 1995 no gana en las grandes ciudades? ¿Qué hacen bien los alcaldes del PP y mal, el PSOE?

R. 1995 representó un fin de ciclo del PSOE en una buena parte de las capitales de provincia, que estuvo vinculado con el declive del partido a nivel nacional como consecuencia de una serie de escándalos que se dieron en aquella época. Se inició un ciclo de alcaldes del PP. Pienso que ese ciclo se está terminando. Creo que en algunos momentos no acertamos con los candidatos que presentamos en las grandes capitales y es un tema que hemos resuelto. Nunca hemos tenido mejores candidatos como en estas elecciones. Es de las cosas de las que me siento más satisfecho.

P. ¿Su adversario es el PP o la abstención?

R. La abstención. Gran parte de la estrategia del partido socialista está en motivar al electorado para que acuda a las urnas. Es bueno para la democracia y también para el PSOE. Por el contrario, los populares desarrollan una estrategia que motiva la desafección política, porque piensan que la abstención es buena para el PP.

P. El urbanismo sostenible es una de las promesas del PSOE. ¿No han empezado a actuar demasiado tarde?

R. No, ni mucho menos. Llevamos ya bastantes años hablando de la necesidad de un urbanismo sostenible y de un desarrollo urbano razonable porque consideramos que no todo tiene que ser construcción de viviendas, sino que la construcción de viviendas tiene que estar acompañada de las infraestructuras, equipamientos y fuentes de energía necesarias.

P. ¿Cómo es su relación con los alcaldes del PP?

R. Tengo dos experiencias. Una, que me parece deplorable, es que el PP ha utilizado a los alcaldes de las grandes capitales como ariete contra la Junta. Eso ha retrasado muchos proyectos que implicaban una colaboración con los ayuntamientos. Los dos casos más clamorosos han sido los de los metros en Málaga y Granada. Y la segunda experiencia: cuando acusan a la Junta de discriminación, creo que puedo preguntarles a todos los alcaldes del PP qué gran obra se ha hecho en su ciudad en la que no haya colaborado total o parcialmente la Junta de Andalucía. En prácticamente todas.

P. ¿Cómo ve la batalla de Marbella?

R. Ha provocado mucho morbo. Como siempre, el PP está utilizando el tema de Marbella con un solo propósito: el de enfangar la vida pública de Andalucía, dañando también la imagen de Marbella. El PP no ha hecho nada en relación con Marbella. Ninguna de las actuaciones del Ayuntamiento han sido impugnadas por el grupo municipal del PP. Cuando el PP acusa a la Junta de connivencia, hay que recordarle al PP que el único que pactó con el señor Gil fue el señor Arenas, que pactó la Diputación de Málaga y la Mancomunidad de la Costa del Sol. En estos momentos hay 38 concejales procedentes del GIL en los ayuntamientos gobernados por el PP.

P. Los argumentos sobre Marbella ¿pueden volver a provocar un alejamiento de los ciudadanos de los partidos tradicionales?

R. Toda la trama de corrupción del Ayuntamiento está en manos de la justicia. El juez determinará las responsabilidades penales y haremos todo lo posible para que el dinero que se ha robado vuelva a los ciudadanos, eso lo primero. Y lo segundo es que creo que los partidos, precisamente para no provocar desafección en la ciudadanía, lo que tenemos que hacer ya es hablar del futuro de Marbella, de recuperar la imagen de Marbella como buque insignia de la oferta turística de la Costa del Sol. El pasado está en buenas manos porque está en manos de la Justicia.

P. Arenas dice que debe gobernar la lista más votada.

R. El PP siempre juega en función de lo que le conviene coyunturalmente. Lo que hay que hacer es garantizar la estabilidad. Eso es tan democrático como el gobernar por mayoría absoluta.

P. Usted dice que estas elecciones no son unas primarias, pero se celebran a menos de un año de las andaluzas y generales.

R. Si las municipales en Andalucía fueran unas primarias, yo del PP me preocuparía, porque estoy convencido de que vamos a ganar.

P. Arenas está haciendo su precampaña y usted también hace balance de gestión.

R. Sí, pero eso es normal porque el Gobierno y la Junta de Andalucía tienen la obligación de explicar qué es lo que se ha hecho en todos los municipios. El señor Arenas tiene un problema de supervivencia política y quiere convertir estas elecciones en una campaña de su programa autonómico. El señor Arenas siempre ha sido un gran perdedor de todas las elecciones, municipales, autonómicas y generales, y se quiere agarrar a un clavo ardiendo. Hacer una campaña personal de elecciones autonómicas es faltarle al respeto a sus candidatos.