El reclamo de los grandes eventos

En el escaparate electoral hay que poner los mejores reclamos. Y Francisco Camps y Rita Barberá sacaron pecho ayer para presentar un nuevo rascacielos dedicado a la música en Valencia. Un ensayo de la comparecencia prevista para hoy de Camps y el dueño de la Fórmula-1, Bernie Ecclestone, situando a Valencia dentro del circuito automovilístico sólo horas antes de la tradicional pegada de carteles electorales. El socialista Joan Ignasi Pla aprovechó un resbalón de de Mariano Rajoy, reconociendo el apoyo del Gobierno de Zapatero a la Copa del América, para poner en evidencia al PP.

El jefe del Consell y Ecclestone presentan la F-1 en Valencia antes de la pegada de carteles

Para la mayoría de los votantes un gran evento es, por ejemplo, cuando se casa una hija. Para los políticos, un gran evento es cuando presentan una iniciativa susceptible de ser retransmitida en prime time por la televisión y de reunir miles de personas. El presidente de la Generalitat y candidato del PP a la reelección, Francisco Camps, ha decidido abrir la campaña con bombo y platillos. Y eso quiere decir grandes eventos. Iniciativas gestadas el tiempo suficiente para hacerlas eclosionar en el momento adecuado de la campaña electoral.

Camps presentó ayer en el Palau de les Arts, acompañado como casi siempre por la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, el proyecto denominado Torre de la Música. La idea corresponde a la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y a la Berklee College of Music de Boston, que han logrado el apoyo de Camps y Barberá, para levantar en el PAI de Quatre Carreres una torre de 100 metros de altura, sobre una inmensa peana de dos alturas que albergará: un centro educativo musical de referencia para pop, rock, jazz, folk y música electrónica; 104 apartamentos dúplex para 250 alumnos y profesorado; salas de ensayo y grabación, auditorios, áreas de producción musical y multimedia, aparcamientos, y una gran superficie comercial relacionada con la música.

El diseño del complejo Torre de la Música, que estará en la ronda sur de Valencia cerca del nuevo conservatorio proyectado, ha sido realizado por el estudio del arquitecto Antón García-Abril; tiene un presupuesto estimado de 100 millones de euros y podrá entrar en funcionamiento en 2010. La peana de la torre, que estará formada por los aparcamientos, el centro comercial y otros espacios relacionados con la música, estará cubierta por una lámina de entre cuatro y seis centímetros de agua. El agua se podrá evacuar para realizar allí mismo conciertos con aforos de hasta 15.000 personas.

"Hablamos de una universidad de las nuevas tendencias de música", dijo Camps, que expresó su satisfacción por el hecho de que es la primera vez que el Berklee College of Music de Boston decide salir de esta ciudad norteamericana y elige la ciudad de Valencia. "Valencia alcanza hoy, también en la música, la capitalidad mundial", sentenció Camps.

Hoy Camps y Barberá pretenden rematar el golpe de efecto con el anuncio de que Valencia formará parte del circuito de Fórmula 1. Una iniciativa administrada con mimo durante meses y que ha incluido, con la activa participación del ex piloto Adrián Campos, viajes a Londres por parte de Camps, viajes a Valencia por parte del dueño de la Fórmula 1, Bernie Ecclestone, y conversaciones con el yerno de José María Aznar, Alejandro Agag, que reside en la capital británica y gestiona los intereses de la competición automovilística en España. Esta estrategia, acompañada de la correspondiente difusión, se rematará hoy con una comparecencia pública de Camps y Ecclestone en el Museu de les Ciències en la que se dará por hecho que la inclusión de Valencia en el circuito de F-1. Con esta iniciativa, Camps pretende marcar el inicio oficial de la campaña electoral, que se abre en la medianoche de hoy. El circuito que se propone es urbano y tiene como eje la dársena del puerto, que deberá de ser remodelada. Según un sondeo de Opina para Radio Valencia-SER, un 66% de los encuestados desearía que la carrera se celebrase en el circuito de Cheste. Los dirigentes vecinales afectados ya se han manifestado contra un trazado urbano.

El candidato autonómico socialista, Joan Ignasi Pla, vio ayer cómo en las últimas horas de la precampaña la F1 irrumpía en la contienda electoral. Preguntado por el sondeo de la SER sobre este particular, Pla no ocultó su preocupación porque "decisiones tan importantes" como el circuito no se pongan en común con el resto de fuerzas políticas y con las organizaciones vecinales. "Tendrían que tener un poco de respeto a los ciudadanos", agregó el candidato, que apeló al sentido común del PP para que si finalmente se acomete el proyecto "no se utilice como un instrumento más al servicio del PP".

Y si Camps y Barberá se aferraron a la F1, Pla aprovechó unas declaraciones de Mariano Rajoy, que el pasado martes pidió en Galicia que el Gobierno de Rodríguez Zapatero apoye la Ciudad de la Cultura de Santiago de Compostela igual que ha lo ha hecho en la Copa del América, el Fórum de Barcelona o la Exposición Universal de Sevilla. "Ha dejado en evidencia [Rajoy] al presidente Francisco Camps", apostilló el político sin olvidar los vacíos y feos que Barberá y Camps han dirigido al gobierno de Zapatero, al que reprochan que no apoye el evento náutico. ¿En qué quedamos?, vino a decir Pla. A su juicio, las manifestaciones del presidente nacional del PP "son reflejo de la contradicción en la que vive el PP valenciano", concluyó.

En un concierto-mitin dedicado al Día de Europa, la candidata a la alcaldía Carmen Alborch se comprometió a transformar la ciudad "en un espacio de respeto, de tolerancia e integración, en el que los lugares públicos sean para las personas y no para los coches".