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Tribuna:Vela | Copa del América
Tribuna
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Elección estratégica

A un día de acabar la segunda ronda de la Copa Louis Vuitton ya están definidos los cuatro semifinalistas, con la confirmación de que el Desafío cierra el selecto grupo de cuatro que seguirá peleando por el derecho de disputar la Copa del América al defensor Alinghi tras la derrota del equipo sueco frente a los neozelandeses.

Pero no todo está decidido, ya que el vencedor de estas dos rondas elige a su rival en las semifinales y para ello hay que esperar a la regata entre Emirates Team New Zealand y BMW Oracle. En opinión de algunos, la final más probable. No obstante, hay que llegar a esa final y para ello hay que pasar por unas semifinales duras, al mejor de nueve regatas, de modo que las estrategias se ponen ahora en juego.

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Gracias a los kiwis

Para ello no sólo se observan las prestaciones de los rivales, sino su progresión a lo largo de las semanas pasadas. La responsabilidad de la elección recae en el ganador de la regata de hoy, que puede buscar el rival que considere más débil (y a estas alturas es peligroso subestimar a nadie) o bien considerar que se encuentra en un momento óptimo de puesta a punto y optar por un enfrentamiento anticipado frente al rival cuya evolución más tema. Esto puede parecer arriesgado, pero sin duda para un equipo para el que simplemente estar en la final resulte un premio insuficiente es un escenario más que posible.

Lo que está claro es que después de estos días de regatas la sensación que queda es que el nivel de competitividad ha sido elevado, con más sorpresas que nunca por parte de los equipos sobre el papel más débiles y con diferencias en prestaciones más escasas que en ediciones anteriores, lo que obliga a afilar el lápiz a la hora de buscar pequeñas mejoras.

Y si difícil es ganar una regata, ganar cinco lo es más, por lo que probablemente vamos a disfrutar de unas semifinales reñidas en las que el más mínimo error puede costar un punto y en las que vamos a contar con el interés añadido de tener, por primera vez en la historia, un barco español. Esto por sí mismo es un empujón considerable al interés de este acontecimiento en España, el consiguiente seguimiento de los medios y el público y en cierta medida el propio éxito del evento.

Sin embargo, es una oportunidad todavía más valiosa de acercar al público, no sólo a la competición, sino al deporte de la vela en general, y aprovechar esta excusa para empezar a disfrutar de un deporte poco conocido como espectáculo, pero que cuenta con un número muy elevado de practicantes en este país. Una oportunidad que el Desafío Español ha permitido extender a las semifinales y que, por qué no, mueve los sueños e ilusiones un paso adelante.

Manolo Ruiz de Elvira es diseñador del Alinghi, defensor de la Copa del América.

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