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Reportaje:Fútbol | 33ª jornada de Liga

Un 'fórmula 1' con el depósito lleno de gasolina

Las rotaciones tácticas, la programación del trabajo físico y la disciplina alimentaria mantienen la frescura del Sevilla a fin del curso

El entrenador del Sevilla, Juande Ramos, aprovechó la clasificación de su equipo para la final de la Copa de la UEFA para presumir un poco. "Tal vez en este momento la gente entienda las rotaciones. Si hubiéramos machacado a algunos jugadores en determinada competición, no estaría disfrutando de esto", sentenció el técnico tras el exigente partido de vuelta de las semifinales, contra Osasuna, jugado el jueves en el estadio Sánchez Pizjuán. Ese día, los sevillistas dieron una verdadera exhibición de trabajo y entrega. Y esta noche, en el Bernabéu, se espera más de lo mismo.

La plantilla del Sevilla lleva ya 54 partidos entre la Liga, la Copa del Rey y la de la UEFA. Su rendimiento físico y táctico despierta admiración entre sus rivales y, si se tira de archivo y se estudia el final de la pasada campaña, cuando ganó sus últimos seis partidos, incluida la victoria por goleada (4-0 al Middlesbrough) en la final de la Copa de la UEFA, mete miedo. Las rotaciones son sólo una parte de un prolijo trabajo conjunto para mantener a la plantilla como un tiro a lo largo de diez meses.

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No es que Ramos no tenga un once tipo, que lo tiene y muy definido. Así, diez de sus jugadores han sido titulares en al menos una veintena de partidos en lo que va de Liga, pero tan sólo tres (Dani Alves, Escudé y Palop) han disputado ese número de encuentros o más de principio a fin. El esqueleto del Sevilla lo forman Palop, Alves, Javi Navarro, Poulsen y Kanouté. Estos futbolistas están por encima de cualquier valoración táctica y, si están a punto físicamente, juegan. A la hora de refrescar el equipo, Ramos suele hacerlo por las bandas y la delantera: Adriano tan sólo ha completado nueve encuentros y Luis Fabiano siete. El centro del campo también cambia bastante de caras, aunque estas variaciones suelen estar marcadas por el desarrollo del partido o retoques tácticos. La Copa de la UEFA y la del Rey suponen una historia distinta. Los fijos suelen tener su oportunidad de descansar y los meritorios para reivindicarse. Bueno, todos menos Alves. El brasileño no sabe, ni quiere saber, nada de descansos.

Pero para rotar todos los integrantes de la plantilla tiene que estar a punto. De eso se encargan Marcos Álvarez y Ramón Orellana, los preparadores físicos. Orellana cifra las claves del éxito en tres puntos: materia prima, planificación y coordinación entre técnicos, preparadores, psicólogos y endocrinólogo y conjugación de las cargas de trabajo. Lo primero que alaba Orellana es la predisposición de los jugadores al trabajo: "Saben que está dando frutos y su compromiso es sobresaliente". Uno de los objetivos de los preparadores es lograr que el rendimiento de los futbolistas esté siempre a un nivel alto, con sus picos y sus simas, pero dentro de una horquilla relativamente pequeña. El bajón de rendimiento tras el parón navideño lo achaca Orellana a la relajación mental y a la alta carga de trabajo a principios de enero destinada a dar frutos en este final de temporada. Pero ni los periódicos controles en el Centro de Alto Rendimiento de La Cartuja, ni las analíticas, ni el trabajo individualizado. Para Orellana, "la forma deportiva es un estado emocional". Alves es de nuevo el ejemplo. Algunos compañeros le superan en rendimiento físico, "pero sus ganas no las tiene nadie".

Tras el motor, el combustible, como lo llama el endocrinólogo Antonio Escribano. "Los futbolistas son fórmulas 1 y necesitan una gasolina especial". Escribano lleva cuatro años en el club y ha impuesto un régimen alimenticio para cada jugador según su características de edad o incluso de raza. Escribano se hizo famoso por "la comida destruida", los 350 mililitros de papilla que se toman los sevillistas en el descanso e inmediatamente después del partido. Para Escribano, la alimentación en los tres días previos al partido es fundamental, así como la cena de recuperación tras el esfuerzo: "Con una buena dieta, de domingo a jueves se recupera casi todo el glucógeno". Esto es, la gasolina del bólido.

Alves controla el balón.
Alves controla el balón.GARCÍA CORDERO

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