Hallados restos humanos entre los escombros de la explosión de Palencia

Los bomberos hallaron ayer restos humanos entre los escombros que ya habían sido retirados de los edificios siniestrados por la explosión de gas ocurrida el martes en Palencia, que se ha saldado con siete muertos y dos desaparecidos, Petra R., de 88 años, y Eduard D., de 24. Ayer se celebró una misa funeral en la catedral de Palencia a la que asistió la infanta Elena y la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega.

Han pasado ya cuatro días desde que el número 4 de la calle Gaspar Arroyo de Palencia quedase reducido a un montón de escombros por una explosión de gas. De momento, han sido halladas siete víctimas mortales entre los escombros, pero oficialmente sigue habiendo dos desaparecidos. Los familiares de ambos desaparecidos llevan varios días en el lugar del siniestro siguiendo los trabajos de los bomberos y las excavadoras. El problema es que los escombros de la zona siniestrada ya han sido retirados y, sin embargo, en ese sitio, no están los desaparecidos. Por eso, parte de los equipos de rescate se desplazaron al lugar donde durante estos días han sido depositados los escombros retirados en el lugar del siniestro. La búsqueda en ese lugar dio ayer sus primeros resultados: fueron hallados restos humanos que se supone pertenecen a los desparecidos. En un primer momento, y al ver que la zona de la explosión estaba prácticamente limpia y que no habían sido halladas dos de las víctimas, se especuló con la posibilidad de que, debido a la onda expansiva, los cuerpos hubiesen sido lanzados hasta alguno de los tejados de las casas colindantes. Un helicóptero rastreó, sin éxito, las azoteas. Fue cuando, como segunda opción, cobró fuerza la posibilidad de que los restos de las dos víctimas que faltan estuviesen entre los escombros ya retirados y almacenados en el antiguo estadio de la Balastera.

En torno a las cuatro de la tarde de ayer, el jefe de bomberos del Ayuntamiento de Palencia, Andrés Redondo, confirmó que habían sido hallados "restos humanos" entre los escombros depositado en la Balastera, pero avanzó que no podía precisar a quien pertenecían. La tarea de identificar esos restos la realizará la policía científica. Redondo declaró que el hallazgo se había producido durante la inspección de uno de los montones que habían sido trasladados en primer lugar a la escombrera. Aún así, todavía quedaban 500 toneladas por revisar, por lo que cabía la posibilidad de hallar más restos enterrados entre ellos.

Mientras los familiares de los desaparecidos seguían ayer con angustia la evolución de lo que acontecía en el antiguo estadio, el resto de los afectados por la tragedia mantenían una reunión con la asociación de vecinos de la zona, policía, bomberos y ayuntamiento para aclarar qué iba a pasar de ahora en adelante con sus viviendas. La asociación comunicó a los damnificados que ya estaban listas las viviendas de protección oficial amuebladas donde van a residir las familias más afectadas. Los gastos más inmediatos de estas familias iban a ser subsanados con aportaciones económicas de las distintas administraciones públicas y de dos entidades bancarias.

Por otro lado, la infanta Elena acudió al funeral que se celebró ayer en la catedral de Palencia, que fue oficiado por el obispo José Ignacio Murilla. Junto a ella, estaban la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, quien antes del funeral visitó a los siete heridos de la explosión que aún siguen hospitalizados. De la Vega expresó sus "condolencias y las del Gobierno a todas las víctimas de la tragedia". También asistieron al funeral el presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, y el delegado del Gobierno, Miguel Alejo.