Imparable Alves

"En los momentos importantes, siempre aparece Alves haciendo cosas importantes". Palabra de Luis Fabiano. El Sevilla carburó gracias a la potencia de Daniel Alves, el todoterreno que más kilómetros recorre de la Liga.

Anoche volvió a exhibir su incombustible capacidad motora en un sistema que, en principio, hacía apagar en las bandas el exceso de futbolistas en el centro, con Renato muy volcado en los apoyos en los medios y su compatriota teniendo que cubrir todo el flanco diestro. Pese a comenzar con errores en los controles, el lateral llegó a hacerse cargo de toda la banda, ya que apenas encontró rival en los osasunistas.

Sin Renato, tuvo que hacer casi de todo: defender cuando David López se atrevió a lanzarse y, sobre todo, cuando Juanfran, en un par de jugadas, cambió de banda y llevó a la posición de Alves el duelo de la velocidad punta. Durante la primera mitad, colocó casi la totalidad de los balones ofensivos de su equipo. Con el paso de los minutos cuando Alves creció todavía más. Como resumió su compañero, el recién llegado Kerzhakov, después de compartir apenas dos meses de vestuario: "Daniel Alves parece que no se cansa nunca".

Y ayer, al menos, la afirmación fue completa. Cuando el peso del encuentro fue doblando a buena parte de los futbolistas, el lateral exhibió su auténtico potencial físico. Dio un pase de gol, cabalgó cuando los espacios se abrieron por las necesidades ofensivas de Osasuna e, incluso, contó con un par de ocasiones de gol que pudo haber llevado a buen puerto de no mediar su también conocida pasión por hacer las cosas en solitario y sólo ceder el cuero cuando está convencido de que se lo pueden devolver en mejores condiciones. "Con Alves estamos escribiendo una historia grande", resumió su paisano Adriano.

Durante el último cuarto de hora, Alves fue la estrella ofensiva y total del Sevilla. Con el equipo desatado y Osasuna sin auténtico lateral sino con David López cubriendo el hueco dejado por la sustitución de Izquierdo, el brasileño brilló con luz propia, sin problemas defensivos y con mucha proyección en ataque.

La afición, que a la llegada del lateral había criticado sus carencias técnicas y su empeño en jugar individualmente, con los problemas que eso puede causar en un lateral, ha acabado por rendirse a las galopadas del internacional brasileño que, como volvió a demostrar frente al cuadro de Ziganda, es capaz de ocupar los 100 metros del césped sin dejar de sudar pero sin cejar en su lucha. ¿El premio? La segunda final consecutiva de la Copa de la UEFA, competición en la que Daniel Alves ya se encumbró el pasado año, cuando fue declarado el mejor jugador del torneo.

Requerido sobre Alves, Ziganda no entró en detalles: "Le doy mi enhorabuena a todos los jugadores. No hemos estado bien pero volvemos con la cabeza alta"