Las víctimas de abusos sexuales piden penas más duras para los pederastas

Los menores que han sido víctimas de abusos sexuales deben afrontar, además, juicios "excesivamente largos" que les hacen revivir su sufrimiento. Y sus padres han de soportar sentencias "ridículas" en las que "la mayoría de los pederastas" se libran de ir a prisión. Así lo expuso ayer la Associació d'Assistència a Dones Agredides Sexualment (AADAS), que pidió "penas más duras" y una reforma legislativa "urgente" para acelerar los procesos judiciales.

Manuela es el nombre supuesto de una madre cuya hija fue víctima, a los 13 años, de un intento de violación. En el verano de hace dos años, el conserje de la finca trató de forzar a la niña, que se resistió y logró huir. La adolescente no se atrevió a mencionar el asunto hasta cuatro meses más tarde. "Surgió durante una conversación sobre sexo", explicó ayer Manuela en la Casa Elizalde de Barcelona, donde acompañó en rueda de prensa a los miembros de la asociación y a otras familias afectadas.

Manuela logró demostrar que el conserje poseía en casa pornografía infantil. Los Mossos le detuvieron y el hombre pasó un año en prisión preventiva. El caso fue a juicio. La Audiencia de Barcelona condenó a Emilio Santiago Jiménez por dos delitos de provocación sexual, un delito de corrupción de menores y otro de abuso sexual. Pero, como ya había cumplido un año en la cárcel, quedó en libertad. "Ahora ese hombre está en la calle y puede volver a hacerlo", lamentó Manuela.

La presidenta de AADAS, Laura Padilla, denunció que, cuando la agresión no incluye penetración, la pena impuesta al pederasta "suele ser inferior a dos años". De modo que, frecuentemente, éste logra eludir la prisión. Los juicios, además, pueden durar "4 o 5 años", una circunstancia que "dificulta la recuperación psicológica de los menores". Padilla pidió que se establezca una duración máxima de un año desde el momento de interponer la denuncia hasta la celebración del juicio oral.

La protección que se ofrece a los menores durante el juicio es aún "insuficiente", según Padilla, aunque la mayoría de agresiones permanecen "ocultas" y jamás llegan a los tribunales.