El trotamundos

Javier Mascherano (San Lorenzo, Argentina; 22 años) no tiene alma de peregrino. Tampoco es un bohemio. No quiere "ser un trotamundos, estar por todos lados". En un caso sin parangón, el Jefecito, su apelativo desde las secciones inferiores del River Plate, ha vestido en la misma campaña las camisetas del Corinthians, el West Ham y, ahora, y por un plazo "al menos" de 18 meses, la del Liverpool.

El volante central, fogonero antes que sinfonista, es más conocido por la gracia que le concedió la FIFA que por sus virtudes en el campo. La insistencia de Rafa Benítez permitió, en el mercado de invierno, que el organismo que rige el fútbol hiciese una excepción a su reglamento, que prohíbe que un jugador participe en tres equipos en el mismo curso.

Una decisión arriesgada la del técnico madrileño, vistos los números de Mascherano en la temporada: en Brasil apenas jugó cinco partidos de la Liga, dos menos que con el West Ham. El cambio de aires, Londres por la ribera del Mersey, ha sido radical. El joven pulmón argentino lleva ocho encuentros y ha recobrado la "estabilidad" que perdió en el West Ham, cuando era carne de banquillo junto con Tévez. El Liverpool buscará esta noche, en Anfield, la remontada al gol de Drogba con Xabi Alonso y Mascherano en la medular, secundados por Gerrard y Riise. En la ida, en Stamford Bridge, no conectaron todo lo bien que se esperaría. La idea de repetir el resultado de Eindhoven (0-3) terminó en quimera. "Lo harán bien. Además, tenemos gente de sobra en esa posición", afirma Reina. "Precisamente por eso, por los relevos, llegamos más frescos que el Chelsea", añade Alonso.

En una vuelta de 180 grados, Mascherano ha pasado del ostracismo más absoluto a fajarse por un puesto en la próxima final de la Champions, en Atenas. En el West Ham no jugaba desde el 3 de diciembre. Entonces participó, durante seis minutos, en la derrota ante el Everton (2-0). "No se deben llorar las penas por las esquinas", refiere. "Quizás no debí irme de Argentina", dijo en sus horas más bajas.

La pesadilla terminó el 25 de febrero. Mascherano debutaba en el baile del Liverpool al Sheffield (4-0). "La verdad es que fue sorprendente que un equipo grande, estando en la situación que yo estaba, se fijase en mí", explica el medio, muy "agradecido" a Benítez.

Eso sí, "ningún comentario" sobre sus idas y venidas según los designios de Media Sports Investment (MSI), a quien pertenecen sus derechos. El West Ham pagará ocho millones de euros de indemnización por su contratación a causa de otro desarreglo jurídico.