D. D. Bridgewater conquista A Coruña con la música de Mali
El público que llenaba la noche del sábado las butacas del Palacio de la Ópera de A Coruña pudo asistir sorprendido a la transformación de una de las más aclamadas divas del jazz de los últimos tiempos, Dee Dee Bridgewater, que en su último disco rinde homenaje a la música del país del que proceden sus antepasados, Malí. El cambio no sólo afecta a la parte musical. Bridgewater se ha tomado muy en serio el objetivo de dar a conocer unos ritmos que ella considera la base del jazz y del blues y en el escenario abandona la tranquilidad habitual de las cantantes de su estilo para convertirse en una africana más que transmite pasión a través de su voz y de su cuerpo. Durante las cerca de dos horas que duró el concierto, la cantante y sus acompañantes de lujo entusiasmaron a un público que lo agradeció con largas ovaciones.
La actuación estrella del XII Festival de Jazz de la Fundación Barrié cumplió con creces las expectativas. La voz poderosa de Bridgewater demostró su versatilidad al saber acoplarse sin mayores problemas a los ritmos africanos, muy distintos del repertorio que suele interpretar. Aunque hubo momentos para el lucimiento vocal de Bridgewater y de los cantantes procedentes de Malí Kabine Kouyate y Mamani Keita, también destacó la gran banda de músicos de diferentes procedencias que se encargaron de que el ritmo no decayese en ningún momento. Seguramente los fragmentos más brillantes llegaron en las interpretaciones a dúo de Bridgewater con los cantantes malienses, en los que el contraste de voces permitió apreciar la calidad de los tres intérpretes.
Adaptaciones
Destacaron las adaptaciones de temas muy antiguos de la tradición musical de Malí, pero también hubo momentos para revisar composiciones clásicas del jazz, siempre tamizadas por la interpretación personal de la cantante de Memphis, una mujer que no se conforma con la versión original y siempre busca la fórmula para reinventarla. Así ocurrió en las versiones que hizo de temas de grandes figuras del jazz como Wayne Shorter o Nina Simone. La canción Four women, homenaje que Bridgewater dedicó a esta última por ser una de las primeras afroamericanas que defendieron a los de su raza desde el escenario, fue uno de los momentos más emocionantes.
La parte final deparó más sorpresas, como una nueva transformación de Bridgewater, que por un momento se convirtió en Aretha Franklin para interpretar Compared to what, un tema de su último disco que recupera la tradición del mejor soul. Como broche final, subieron al escenario un grupo de jóvenes africanos que viven en A Coruña y que acompañaron durante unos minutos con sus bailes a los músicos que les habían regalado dos horas de sonidos de su tierra. Bridgewater seguirá probablemente cantando los estándares del jazz, pero después de este disco su trayectoria ya no podrá ser la misma.
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