Crisis de confianza

La Bolsa española ha perdido en esta semana el 4,49% en su índice Ibex 35, arrastrada en principio por los valores inmobiliarios. El temor a una crisis en ese sector ha terminado por afectar a la mayoría de los valores, mientras que el resto de los mercados acumulaban importantes ganancias.

La caída de la cotización de una sociedad inmobiliaria, Astroc, ha sido el desencadenante de la última crisis del mercado de valores, en la que se ha puesto de manifiesto la creciente desconfianza de los inversores en la actual coyuntura.

El Ibex 35 ha perdido en estas cinco sesiones el 4,49% para cerrar en 14.403,60 puntos, con lo que se ha pasado de tantear los máximos históricos a buscar soportes lo bastante sólidos como para aguantar el chaparrón.

El detonante de esta crisis fue la caída en la cotización de Astroc, sociedad inmobiliaria cuyos títulos habían llegado a subir el 1.071,87% en apenas nueve meses desde su salida al mercado. La evidencia de la sobrevaloración de esos títulos provocó el contagio al resto de los valores inmobiliarios, primero, y al conjunto del mercado casi inmediatamente, al confundirse y relacionarse la cotización de las sociedades con su situación real. En pocos minutos, en el parqué, y fuera de él, se hablaba del estallido de la burbuja inmobiliaria, sin tener en cuenta que, al menos por el momento, esa posible burbuja sólo existía en la Bolsa.

Los valores bancarios han resultado muy castigados por las previsibles consecuencias que la supuesta crisis del mercado inmobiliario podría causar en sus cuentas. En esta semana la cotización de Popular cae el 7,44%, BBVA pierde el 5,29% y SCH el 4,62%, mientras que los valores eléctricos también han pagado parte de la factura con caídas del 4,89% en Iberdrola y del 5,39% en Unión Fenosa.

Las operaciones corporativas en marcha o culminadas han pasado totalmente desapercibidas ante el aluvión vendedor. Así, SCH no ha salido bien parado de su participación en la oferta sobre ABN Amro, Iberdrola no ha podido celebrar la adquisición de Scottish Power y para Iberia ha pasado completamente desapercibida la posible oferta de compra por un consorcio de fondos y sociedades de inversión.

Mientras que el mercado español buscaba un soporte en el que poner freno a las caídas. La Bolsa de Francfort alcanzaba máximos anuales ante las buenas perspectivas de la economía alemana, lo que favoreció a la mayoría de los mercados europeos. La Bolsa de Nueva York no se quedó atrás y lograba un nuevo máximo histórico por encima de los 13.100 puntos y a pesar de que la economía continúa dando señales claras de debilidad, como demuestra el dato provisional del PIB del primer trimestre del año, que creció a un ritmo del 1,3% frente al 2,5% del trimestre anterior.

La contratación ascendió hasta los 7.418,04 millones de euros de media diaria.