Quince años para cambiar una ciudad
El Consorcio de Santiago celebra su aniversario tras invertir 432 millones de euros en rehabilitar la zona histórica
Quince años de vida dan cierta perspectiva para mirar hacia atrás y hacer balance. El Consorcio de Santiago cumple hoy tres lustros desde su constitución, el pasado 28 de abril de 1992 y su gerente desde 2005, Xosé Manuel Villanueva, tiene claro que la trayectoria de la entidad ha sido "muy positiva". "Uno no se imaginaría el funcionamiento de la ciudad sin esas grandes instalaciones que ahora ya están interiorizadas como normales", dice Villanueva, en referencia a obras como la dársena de autobuses de Juan XXIII, el Palacio de Congresos o el parque de Bonaval. "Son equipamientos e infraestructuras que han mejorado la calidad de vida" de los compostelanos, asegura.
En realidad, el Consorcio nació para conservar y mejorar el patrimonio histórico de la ciudad. Hasta el momento, ha invertido 432 millones de euros en la ciudad y ha rehabilitado más de 1.000 residencias y casi 400 locales comerciales del casco histórico. Fueron el Estado, la comunidad autónoma y el Ayuntamiento de Santiago quienes lo crearon, una conjunción de los tres poderes que cuenta con ventajas e inconvenientes. "Lo que cuesta más trabajo es la definición de los proyectos, elegir los que interesan a todos", explica el gerente, "pero una vez decidido no es complicado ponerlos en marcha porque todo el mundo está de acuerdo. Es el gran acierto de este modelo institucional".
"Hay que tratar de que la ciudad no sólo sirva al turista, sino también al residente"
El Consorcio ha rehabilitado 1.000 viviendas y casi 400 locales comerciales
Pero lo cierto es que la fuerte inversión de los primeros años tuvo como consecuencia un endeudamiento millonario que a punto estuvo de culminar en cierre en el año 2000. "Y sin embargo, fíjese en la paradoja:justo cuando se plantea la continuidad del Consorcio, es cuando se crean dos Consorcios más: el de Toledo y el de Cuenca. Hoy esta fórmula para definir políticas sobre ciudades Patrimonio de la Humanidad, es ya algo normal". Hasta entonces, el de Santiago era el único organismo permanente de estas características en España.
Cuando Villanueva asumió la gerencia, ya se habían cancelado las deudas a largo plazo y el Consorcio planeaba la siguiente etapa (2007-2010). "Tenemos que darle una nueva orientación a las políticas que hasta ahora se desarrollaron y funcionaron bien, pero que requieren un nuevo enfoque", y lo hará con un presupuesto anual de 20 millones de euros.
Potenciar otro comercio
Pasear por las calles del casco antiguo de Santiago es comprobar el elevado número de locales que destinan su actividad al turismo y la hostelería. Su porcentaje es muy alto y esa es una tendencia que, a juicio de Villanueva, hay que frenar: "Es un círculo que hay que romper, hay que tratar de que la ciudad no sólo sirva al turista, sino también al residente".
Asegura el gerente que el Consorcio se propone fomentar con ayudas económicas otro tipo de comercio para crear un modelo distinto: "Ya hay suficientes negocios orientados al turismo. ¿Dónde está la dificultad? En mantener un negocio en el centro histórico que cubra un espectro de menos rentabilidad. Esto es lo que hay que primar".
Quizá ello contribuya a mejorar la valoración que los residentes hacen de la labor del Consorcio. Quienes no viven en la ciudad histórica tienen una percepción más positiva, pero "el usuario de la zona ve las dos caras de una misma realidad, ve la incomodidad del éxito turístico y ve que los equilibrios que ha mantenido la inercia de la ciudad se altera". El tráfico, el estado de las calles y el aparcamiento son los problemas más acuciantes, según una encuesta realizada por la Universidad de Santiago. Es una realidad que uno de cada cuatro residentes considera negativas las actuaciones de la institución.
De la política de rehabilitación, el gerente destaca el Programa de Pisos Tutelados, según el cual el propietario de un edificio puede cederlo al Ayuntamiento durante 12 años a cambio de una rehabilitación integral. Todas las obras acometidas siguen las normas del Plan Especial del casco histórico, cuya revisión Villanueva no contempla, ya que "es un debate precipitado". "Hay materiales tradicionales tratados con tecnología suficientemente avanzada como para conseguir los estándares de calidad", argumenta.
Villanueva cree que el Consorcio ha cambiado la ciudad. "Creo que es una realidad. Si no se hubieran hecho las grandes inversiones, la ciudad hubiese funcionado mucho peor", opina Villanueva. "Hubiese sido impensable el reconocimiento internacional que ha tenido y la percepción de su buena conservación. Esos son aspectos completamente impagables".
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