Los presos de A Lama, evacuados por un incendio

Los módulos 7 y 8 de la prisión de A Lama (Pontevedra) se vieron afectados en la madrugada de ayer por un incendio provocado, según las fuentes consultadas, por un cortocircuito situado en la planta técnica, donde se encuentra todo el cableado que activa, entre otros sistemas, la apertura y el cierre de las celdas. Una veintena de reclusos de los 160 que tuvieron que ser trasladados por la invasión de un humo "muy espeso y contaminante", según testigos presenciales, fueron atendidos en la enfermería del centro y por las ambulancias del 061 que se desplazaron hasta allí, una de ellas medicalizada.

El funcionario de torre fue el primero en advertir a medianoche el humo que empezaba a manar del edificio 4. Tras dar la voz de alarma, la humareda condujo a los trabajadores hasta la planta técnica, a la que no tienen acceso los reclusos y que está situada bajo las dos galerías que albergan 144 celdas.

Entre tanto, otros vigilantes intentaban abrir los habitáculos, pero resultó del todo imposible porque el sistema eléctrico que permite la apertura de las puertas estaba afectado por las llamas. Los cables quemados desprendían una fuerte toxicidad, y los presos pedían auxilio.

Fueron los propios funcionarios quienes lograron apagar el fuego en 15 minutos, pertrechados con extintores y mascarillas. Luego, intentaron sin éxito abrir las celdas "con los hierros del gimnasio y patas de cabra". Con la ayuda de un operario municipal que se presentó entonces, rompieron los manguitos de las puertas para abrirlas manualmente, pero no funcionó el método en todas porque las llamas habían derretido los cables. Al fin, 30 minutos después de ser avisados, llegaron los Bomberos de Pontevedra y rescataron a los internos restantes, que gritaban atrapados en las 70 celdas aún bloqueadas.

Aunque también necesitaron asistencia hospitalaria dos funcionarios de prisiones y el operario municipal, el más afectado fue uno de los presos. El recluso fue trasladado de madrugada al hospital Montecelo por inhalación de humo, pero recibió el alta apenas tres horas más tarde.

Los sindicatos insisten en que debe cumplirse la Ley de Prevención de Riesgos Laborales. El delegado de la CIG, José Manuel Albes, dijo que "hay que poner en marcha un plan de evacuación porque esto pudo haber sido una tragedia", en un recinto con 1.426 reclusos. El director del centro, José Antonio Gómez Novoa, explicó que se está elaborando un plan de emergencia y que los presos "colaboraron en todo momento".