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Montilla acepta reunirse con Mas regularmente, pero sin calendario fijo

"Le ofrezco un método de trabajo, no una entrevista", replica el líder de CiU

El presidente de la Generalitat, José Montilla, y el líder de la oposición, el nacionalista Artur Mas, mantendrán encuentros regulares, pero sin un calendario preestablecido tal como desea este último, para abordar los principales asuntos de la agenda política catalana. Montilla responderá esta semana la carta que Mas le envió el pasado viernes planteándole reuniones trimestrales para tratar los cuatro pactos nacionales que el tripartito desea consensuar: inmigración, infraestructuras, vivienda e I+D.

Sin prisa pero sin pausa. El presidente catalán se aplicará el dicho para contestar la última oferta de diálogo del líder de la oposición, que ayer los asesores de Montilla se afanaban en minimizar. "El presidente ya la responderá esta semana, no hay urgencia", comentaron.

El fondo del debate son los cuatro acuerdos básicos de legislatura que el presidente de la Generalitat ofreció a los partidos con representación parlamentaria, en especial a la oposición de Convergència i Unió (CiU), el Partido Popular y Ciutadans. Mas propuso por carta a Montilla la creación de un grupo permanente de trabajo entre el Gobierno y CiU para avanzar en la consecución de acuerdos, y una reunión trimestral entre ambos dirigentes para analizar el estado de las conversaciones. En la carta, Mas se queja de que las negociaciones para aprobar los cuatro pactos "progresan de manera excesivamente lenta".

El presidente catalán reafirmó ayer su voluntad de reunirse periódicamente con Mas, unos encuentros que siempre ha enmarcado en la normalidad, pero rechazó establecer una periodicidad fija para los mismos. "Lo que no pueden ser son excepcionales, tendrán la periodicidad que creamos conveniente. Lo normal en democracia es que el Gobierno y la oposición hablen", señaló. Montilla recordó la excepcionalidad que este tipo de reuniones tenían bajo la presidencia de Jordi Pujol. Las más frecuentes fueron con el socialista Joaquim Nadal (1995- 1999), pero en los años 1989 y 1991 Pujol no celebró ninguna con Raimon Obiols y en 2002 y 2003, tampoco con Pasqual Maragall.

La respuesta de Montilla no satisfizo a Mas. "No se trata de aceptar una reunión conmigo, sino que se trata de crear un método de trabajo que permita desbloquear grandes asuntos de país que el tripartito no está enfocando bien", respondió.

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