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Reportaje:MITSUBISHI OUTLANDER 2.0 DI-D KAITEKI | PRUEBA

Fuerza estética y hasta siete plazas

El Mitsubishi Outlander es un todoterreno ligero de concepción moderna que puede alojar a cinco adultos y dos niños, aunque con un espacio muy justo en la tercera fila de asientos. Ofrece una línea con cierto estilo deportivo, un interior práctico para la vida familiar y un comportamiento correcto en carretera y más limitado en el campo. Además incluye un completo equipo de serie y tiene unos precios justificados y competitivos.

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Sólido y seguro

El Outlander es la primera entrega de un proyecto común desarrollado por Mitsubishi, Peugeot y Citroën para crear un nuevo todoterreno ligero (chasis de turismo y tracción 4×4 sin reductora) que las marcas francesas lanzarán en verano como Peugeot 4007 y Citroën C-Croser. Los tres buscan la versatilidad como coche familiar, bien para el uso diario, para afrontar los viajes de vacaciones sin agobios de espacio o para disfrutar el fin de semana en el campo. Y cumplen bien como coche único.

El nuevo 4×4 japonés cumple la hoja de ruta para triunfar en una categoría cada vez más saturada. Aporta una imagen con personalidad, siete plazas, al menos teóricas, y un comportamiento que prima la estabilidad en asfalto y sacrifica los recursos en conducción 4×4 para poder viajar mejor en carretera. Además incluye un buen equipo de seguridad y es más asequible que otros rivales.

El Outlander se empezó a desarrollar con Mercedes, antes de que la marca alemana cancelara su alianza con el fabricante japonés, y el testigo lo recogieron Peugeot y Citroën, que querían lanzar su propio 4×4 y aprovecharon la oportunidad para reducir costes.

Un todoterreno de estilo deportivo

El nuevo Mitsubishi tiene una línea con carácter y rompe con la atonía estética de su antecesor, que pasó sin pena ni gloria por Europa, en parte también porque no tenía turbodiésel. Ahora mide 4,64 metros de largo, tres centímetros más, y es 2,5 más ancho, pero aporta una imagen bien elaborada que aplica detalles deportivos para realzar su dinamismo.

Destaca el diseño del frontal, que crea un rostro con gran personalidad. Así, integra con gusto una parrilla muy conseguida e incluye un capó sólido y un parachoques con la base muy elaborada para mejorar la aerodinámica y proteger la mecánica en el campo. La vista lateral está bien resuelta e incluye unas aletas resaltadas y, sobre todo, un trazo ascendente muy definido en la cintura de las puertas que afianzan el estilo dinámico y deportivo que le distingue. Y a pesar de tener un portón muy vertical para poder incluir la tercera fila de asientos, el efecto diamante de los pilotos traseros culmina un conjunto muy moderno.

Atractivo y práctico por dentro

El diseño interior está acorde con la línea y crea un ambiente moderno y cuidado. El salpicadero es atractivo y está bien ordenado, tiene un volante con clase y una consola central bien resuelta y fácil de manejar. Los plásticos en dos tonos son vistosos, está bien acabado e incluye una doble guantera muy funcional frente al pasajero que se completa con muchos huecos para objetos (ver página 15).

Otra aportación interesante del Outlander es la posibilidad de contar con siete plazas (2+3+2). Las dos delanteras son las mejores, tanto en anchura como en sensación de amplitud. La segunda se regula en longitud e inclinación, pero tiene un respaldo y una banqueta algo duros y poco envolventes. La tercera fila deja mucho que desear y, aparte de su diseño básico y poco consistente, sólo sirve para niños de edad mediana y casos de apuro: no hay sitio para las sillas de los pequeños, y los mayores no caben. Por lo demás, la insonorización no destaca, el motor mueve bien el peso una vez lanzado y, aunque las suspensiones no son suaves, permite viajar en asfalto con un confort aceptable.

Un solo motor y cuatro acabados

El Outlander sólo se vende con un motor 2.0 turbodiésel (140 CV) de VW y cambio manual de seis marchas, pero en septiembre llegará un 2.2 turbodiésel de Peugeot con 170 CV, más elástico y apropiado para este coche. Se ofrece en cuatro acabados, y el básico, Invite (28.950 euros), incluye ya seis airbags, ABS, ESP, tracción 4×4, climatizador, cuatro elevalunas eléctricos, ordenador de viaje, radio-CD con MP3 y sensor de faros. El Intense (30.450) añade llantas de aleación (16 pulgadas), antinieblas, control de velocidad y detalles decorativos. El Intense Plus (32.200) suma la tercera fila de asientos, llantas de 18, cargador de CD y bluetooth. Y el Kaiteki (35.500) lleva techo solar, tapicería de cuero, faros de xenón, acceso y arranque sin llaves y asiento del conductor eléctrico. Todos tienen tres años de garantía.

Conclusión

El Outlander es un 4×4 moderno y muy práctico como coche familiar único. Impacta por la fuerza de su línea, ofrece un interior amplio y atractivo que puede incluir siete plazas, y tiene un comportamiento correcto, aunque con un motor falto de fuerza en ciudad. Pero viene bien equipado de serie y justifica lo que cuesta.

MEJOR EQUIPADO DE SERIE

El acabado medio Intense Plus del Outlander incluye siete plazas de serie y llantas de 18 pulgadas, y tiene unos precios competitivos. Sólo el Chevrolet Captiva sale más barato, 600 euros menos, con un equipo de serie similar: siete plazas y ESP, aunque sin ordenador de viaje ni control de velocidad. En cambio, el Honda CR-V es 1.100 euros más caro y sólo puede incluir cinco plazas. A cambio, viene de serie con sensores de lluvia y faros, navegador y otros detalles.La diferencia con el Santa Fe sube a 1.500 euros y el Hyundai tiene también siete plazas y ESP, y añade el ordenador de viaje, pero monta llantas más pequeñas, de 17 pulgadas. Por último, la alternativa superior es el nuevo Freelander, más completo y refinado, y mejor dotado para el campo. Pero tiene cinco plazas y es casi 3.000 euros más caro

UN FAMILIAR PRÁCTICO

El interior del Outlander presenta un diseño moderno y aparente que prima también el sentido práctico. Tiene un volante atractivo y agradable al tacto, el salpicadero es vistoso y está bien ordenado, y aprovecha el espacio para habilitar zonas de almacenaje, con una guantera doble frente al copiloto y otra sobre la consola central, que integra debajo el navegador opcional.Las plazas delanteras son amplias, aunque se quedan algo justas en longitud si se mide más de 1,80 metros. Con la segunda fila sucede lo mismo, aunque en este caso se puede desplazar en longitud e inclinación para aumentar el espacio disponible para las piernas. Además incluye un apoyabrazos central con dos posavasos integrados y bolsas en las puertas.El diseño de la tercera fila es muy elemental y sólo sirve para niños de mediana edad y casos de apuro: los asientos tienen unas medidas muy justas y no permiten colocar las sillas de los pequeños. La ventaja es que el respaldo y la banqueta son muy estrechos y ocupan muy poco espacio cuando se pliegan y quedan ocultos bajo el piso del maletero. Y dejan una capacidad de carga de 777 litros, que llega a 1.691 plegando los respaldos de la segunda fila.La zaga es cuadrada, pero el diseño de los pilotos moderniza su aspecto.

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