'Mierda time'
¿Qué hacer con la "inmensa minoría"? ¿Ignorarla? ¿Darle migajas? ¿Que se busque la vida? ¿Que no cuente con ver la televisión antes de la medianoche? ¿Que se someta y se conforme con la oferta más comercial? Son preguntas que nos asaltan a los que buscamos en la televisión contenidos innovadores, originales, reveladores. O por lo menos, interesantes, aunque el formato no cambie en cada ocasión. Si no, apagamos. Y volvemos al ordenador, ese nuevo universo de lo televisual.
La marginación de Miradas 2 a una edición semanal es un síntoma de esta tendencia. Un programa que era una especie de agenda, útil, muy bien elegida, con reportajes que no trataban sólo de vender el gusto masivo sino de fomentar el acercamiento a las obras y trabajos de artistas muy diversos.
El nuevo director de TVE dice tenerle cierto rechazo a la idea de esa "inmensa minoría" que guió en la programación de la cadena a sus antecesores. No sabe dónde ponerla. De momento, para no traicionar la tradición, los programas llamados "culturales" siguen emitiéndose en la estratosfera del prime time. De madrugada.
El lunes, casi a medianoche, se retransmitió en esta cadena la gala de los premios Max de teatro. Una producción excelente, con números de danza elegantes y audaces. Vanguardistas, pero no pretenciosos. La compañía de Sol Picó ofreció un espectáculo al nivel de los escenarios más exigentes del mundo. Calixto Bieito lo dijo nada más comenzar el programa: que ojalá la próxima se emitiera en directo y no en diferido. Los sufridos interesados tuvimos que quedarnos casi hasta las tres de la madrugada para seguirla. En día laborable.
¿Que lo preferimos en fin de semana? Pues tampoco. Miradas 2, La mandrágora y Estravagario irán ahora seguidos a partir de la medianoche del viernes. Estupendo. Cuando duermen los que están en casa y no ven la tele los que salen al teatro, al cine, a los conciertos que se recomiendan en estos espacios. También se han cargado Los conciertos de Radio 3. Los buenos horarios son sólo para superventas y falsos famosos. Los demás, al mierda time.
