¿Prefiere usted este plano...o el de toda la vida?
Un popular diseñador de portadas de discos transforma radicalmente el mapa del metro - La asociación de usuarios del metro defiende el plano actual y señala los fallos del nuevo
¿Cambiar por cambiar?, ¿renovarse o morir? El metro está sufriendo una convulsión desde que el lunes se difundiera su nuevo plano, diseñado por el ilustrador Rafa Sañudo a cambio de 95.000 euros. Tiene 42 años y es el creador de centenares de portadas de discos (entre ellos Guapa, de La Oreja de Van Gogh o el primero de Marlango) y autor de anuncios, entre ellos el que publicitaba en televisión la Consejería de Inmigración.
"Vamos a volver a los colores actuales de las líneas", dice el diseñador del mapa
"Engendro. Se han lucido. Lamentable", dicen en el foro de una asociación de usuarios
La carta del metro que llegará a los bolsillos de muchos viajeros (son 655 millones anuales) "dentro de pocas semanas", según la Comunidad, es revolucionaria porque abandona las diagonales del plano anterior, el mismo que se ha ido reeditando desde los años ochenta del siglo XX.
Hasta ahora los mapas del suburbano se han fundado sobre el aún indiscutido del metro de Londres ideado por Harry Beck en 1931. Éste rompe la pauta. Aquí domina la recta. Sañudo asegura que esta solución mejora los planos cuando las redes se extienden a los extrarradios. "Siempre me han fascinado los planos y especialmente la figura de Beck", decía ayer, en una pausa del rodaje de un vídeo.
La polémica está servida.
"Engendro", "se han lucido", "lamentable"... El foro de Internet de la única asociación de usuarios del metro que existe en España, Andén 1, está que arde. Decenas de mensajes de estos entusiastas -y expertos, y amantes- del transporte subterráneo reflejan una indignación y rechazo sin paliativos frente al nuevo plano que ha adoptado el metropolitano. Se le ponen reparos de concepción, técnicos y hasta históricos, por lo que supone de ruptura con el tradicional de los años ochenta.
En EL PAÍS.com, las opiniones, ayer, estaban divididas, aunque ganaban las frases críticas: "Bobalicón e innecesario, el anterior era más real", decía T0ñ. "¡Hombre, más claro es!", replicaba Leganés.
La queja más repetida desde que se desveló esta semana la nueva carta se refiere a su disparidad con la geografía real de la ciudad. Así, el aeropuerto aparece como si estuviera al norte de la calle Cartagena, y la estación de Pío XII forma un ángulo de 90 grados con la anterior (Colombia), cuando están a poca distancia y en línea recta. "Pero es que el plano actual tampoco respeta la realidad topográfica, pero como la gente está acostumbrada a verlo cree que sí", se defiende Rafa Sañudo, el ilustrador que ha ideado el plano.
"Sabíamos que hiciéramos lo que hiciéramos nos iban a dar por todos los lados", confiesa el creador. No se equivocaba. No han tardado en dar un paso al frente los defensores del mapa actual, cuya versión -con las ampliaciones de la red incluidas- ilustra este reportaje. Es uno de los ensayos encargados por Transportes para acomodar las 80 estaciones que estos días se inauguran a matacaballo.
Sañudo, que ha trabajado durante dos meses con un equipo de seis personas, asegura que estaba preparado para que le llovieran las críticas. Idéntico rechazo inicial sufrió el diagrama actual de Cercanías cuando lo creó Alberto Corazón hace más de diez años. "El primer año tuvimos que editar dos versiones, la que ha quedado, más sencilla, de fácil y rápida consulta, y la topográfica, que seguía el mapa real del territorio", recuerda Corazón. Al diseñador le parece infundada la crítica de los que dicen que con el nuevo plano no se sabrá por dónde va uno viajando porque, explica, "ya nadie tiene el mapa de la ciudad en la mente, excepto quizá el del centro".
Los fallos de detalle, detectados en el plano por los miembros de Andén 1, son legión. Para apreciar lo que ven en la asociación hay que fijarse bien en el mapa nuevo: el logotipo de Cercanías de Puerta de Arganda y Coslada Central aparece con la C al revés; la línea 1 termina en Congosto, cuando se está ampliando con tres estaciones más hasta Gran Vía del Sureste; las correspondencias de la línea 3 en Callao y Argüelles presentan errores en el color; el horario reducido de la estación de Pitis (línea 7) está indicado, pero dicho símbolo no aparece en el tramo de Arganda de la 9.
En el estudio de Sañudo, Diseño Raro, S.L., admiten haber sentido "un cierto enfado" con el Gobierno regional por hacer público "un boceto aún no terminado, al que le faltan al menos dos semanas para ser pulido", reconoce su director. Justifica así los detalles fallidos en la simbología del boceto. Pero de lo que no se apea es de la legibilidad y valor de su creación: "Estoy seguro de que funcionará en unos meses; seguro que al año la gente lo ha adoptado como propio. A nadie le gusta lo nuevo en principio porque no está acostumbrado".
"Es increíble que se atrevan a cambiar así la identidad del metro, una imagen clara, identificable con la ciudad y perfectamente vigente". Así de rotundo se muestra Fernando de Córdoba, uno de los miembros de Andén 1, fanático de los planos de metro. Se queja este universitario de 20 años de los cambios en el color de las líneas que han mudado de matiz (incluso el Ramal Ópera-Príncipe Pío pasa de ser blanco a rosa) y del olvido de la tipografía helvética "que forma parte de la personalidad del metro".
El diseñador admite que la tipografía y el color del boceto publicado no son los definitivos. "Vamos a volver a los colores actuales de las líneas", asegura.
Pedro Antonio Prieto, otro de los expertos en planos de Andén 1, asociación en la que participan más de 400 socios y simpatizantes desde 2006, reniega de la señalización de los transbordos. Esos "semáforos" no reflejan la distancia a pie que habrá de recorrer entre líneas el pasajero. El cambio en Diego de León, de los más largos, parece tan corto como un cruce de andén, como ocurre en Casa de Campo.
"Hemos comprobado la utilidad del plano con mucha gente, incluida mi suegra y sus alumnas de bridge", concluye Sañudo, que se muestra abierto a las sugerencias hasta conseguir un modelo fetén.
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