El PSdeG ratifica al alcalde de Cambre sin consultar a las bases

Los socialistas de Cambre, bastión municipal del PSdeG desde hace 25 años, dejaron anoche patente su división ante la candidatura para las elecciones municipales confeccionada y propuesta por el alcalde, Antonio Varela. La ejecutiva local, enfrentada a Varela, logró forzar la suspensión de la asamblea que debía votar la lista del alcalde , pero la dirección del PSdeG anunció que presentará su candidatura sin el refrendo previo de la militancia.

Antonio Varela Saavedra, que lleva 25 años al frente de este Ayuntamiento del área metropolitana coruñesa, será otra vez el candidato socialista en las elecciones de mayo, pese a no haber acreditado el apoyo de la militancia local. La fuerte división interna quedó patente en una turbulenta asamblea, celebrada anoche, a la que la dirección gallega del PSdeG envió a su coordinador provincial, Moisés Rey, en apoyo de Varela.

La ejecutiva local del partido, enfrentada a Varela, y los militantes que la apoyan trataron de impugnar la asamblea alegando defectos de forma en la convocatoria, formalizada la víspera, con carácter urgente y extraordinario, por la cúpula gallega del PSdeG. Ante el cariz que tomaba el debate, la dirección cortó por lo sano: suspendió la asamblea y, a su término, anunció que hoy presentará a la Junta Electoral Provincial la candidatura encabezada por el alcalde y elaborada por éste sin tener en cuenta los criterios de la dirección local ni haber obtenido el refrendo de la militancia.

El secretario local del PSdeG y el concejal más veterano del equipo de gobierno, Manuel Marante, presentó ante la asamblea su dimisión y anunció su baja del partido en el que lleva más de 20 años de militancia. Marante aseguró que está dispuesto a concurrir a los comicios bajo las siglas del Partido Galeguista, que hoy dirige el ex alcalde socialista de Vigo Manoel Soto. Marante y el resto de la dirección socialista en Cambre culpan al alcalde de la división del partido por negarse a consensuar los integrantes de la candidatura.

La asamblea de anoche llegó precedida de cuatro meses de desavenencias que culminaron, a finales de marzo, con la aprobación, por casi unanimidad de la militancia, de una lista electoral encabezada por el concejal de Medio Ambiente, Óscar Patiño, que dejaba fuera al veterano regidor. La dirección del PSdeG, por medio de Ricardo Varela, secretario de Organización, y Moisés Rey, intervino entonces para tratar de reconducir la situación. Ayer por la tarde, horas antes de la asamblea, el coordinador provincial sentó en una mesa a Varela Saavedra y a Patiño para intentar llegar a un acuerdo. El intento fue vano.

Al inicio de la asamblea, los militantes eran llamados a firmar una carta para impugnar la convocatoria, realizada por la Ejecutiva gallega del PSdeG, con carácter urgente y extraordinario. Rey justificó ante los socialistas cambreses la premura de la dirección gallega por su propósito de mostrar que tiene "los deberes hechos" ante la cita electoral de mayo: quiere ser el primer partido en presentar hoy, nada más abrirse el plazo oficial de seis días, sus candidaturas ante la Junta Electoral. Rey reconoció que la convocatoria de anoche fue "atípica", como lo es, subrayó, el mes y medio de división interna que sacude las filas socialistas de Cambre. A la asamblea se iba a someter la propuesta de lista del alcalde, sin el acuerdo previo de la ejecutiva local, como establecen los estatutos.

La gestión urbanística del veterano alcalde de Cambre, que gobierna en coalición con el BNG desde 2003, centra las desavenencias internas. El empeño de Varela en llevar en la candidatura al actual concejal de Urbanismo, Andrés Arcay, le hizo perder a Varela Saavedra, por primera vez, los apoyos entre los militantes con más antigüedad. La propia dirección gallega del partido esperó a que la fiscalía cerrase, por no encontrar indicios de delito, las diligencias abiertas contra el alcalde por sus negocios inmobiliarios. Varela fue socio, junto a un anterior edil de Urbanismo en Cambre, de una promotora de viviendas en el vecino municipio de Sada. Los críticos reclamaban un cambio en la gestión, "sobre todo en el concepto urbanístico".