Un testigo vio a Lamari en el tren de Santa Eugenia

Un testigo directo de los atentados confirmó ayer sin género de dudas que había visto a Allekema Lamari en el tren que estalló en la estación de Santa Eugenia. Lo vio en un grupo de tres o cuatro personas, con mochilas en los asientos de los trenes y cambiando de vagón. Juan Carlos Meco Peñalver salvó la vida y por eso pudo contar lo que vio y describir al grupo de hombres de cara oscura pero rojiza, de aspecto árabe, que hablaban entre ellos "en idioma raro".

Meco Peñalver tomó el tren en la estación de Alcalá de Henares, entre las 7.10 y las 7.12, precisó. "Me monté en el tren, cogí el periódico, y vi a tres o cuatro personas hablando, con mochilas, como esperando a alguien". Lo que más le llamó la atención fue "la tonalidad de la piel", que era "oscura, tirando a rojiza".

El testigo, que no resultó herido, observó cómo el grupo en el que reconoció a Lamari "miraba para atrás y se iban cambiando de vagón". Cuando estuvieron sentados, tenían las mochilas "en los asientos". Los escuchó hablar "un idioma raro", que no supo identificar, pero se mostró convencidos de que, por la cara, eran árabes.

El superviviente confirmó el reconocimiento de Lamari, uno de los siete terroristas suicidas de Leganés, que había hecho en los juzgados, pero también dio rasgos de uno de sus acompañantes. "Tenía como cara de niño, infantil, aniñada, con la cara fina, no parecía nada...".

Allekema Lamari fue condenado en España como miembro del Grupo Islámico Armado (GIA), del que un grupo escindido (el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate, GSPC) se ha adherido recientemente y de manera oficial a Al Qaeda. Lamari estaba en libertad por un error judicial. De hecho, sin ese error, el día de los atentados debería haber estado en la cárcel, como siguen estando los condenados junto a él por la Operación Apréciate.