Tirotean a una familia gitana en Puente de Vallecas

Un salvaje tiroteo, sin consecuencias fatales, sacudió ayer el barrio de Palomeras en Vallecas. Rondaban las cinco de la tarde cuando seis miembros de una familia gitana, tres de ellos, niños pequeños, resultaron tiroteados desde un coche que se dio a la fuga cuando estaban en la plaza que forman la avenida de Palomeras y la calle Pedro Laborde.

Los heridos, un bebé de ocho meses y dos niños de dos y cuatro años, así como la madre de dos de ellos, la abuela y una prima de 18 años, sufren múltiples impactos de perdigones la mayoría en las piernas y superficiales, según informó Emergencias Madrid. La policía cree que se usó una una escopeta de caza por el calibre de la munición.

Las víctimas fueron trasladadas al Gregorio Marañón, donde continúan ingresados los tres niños. A las 20.50 los adultos regresaban a su casa, en la propia plaza. La abuela llevaba vendas en un tobillo y una mano.

La familia, que no quiere que su nombre se haga público, acusa a un pariente de disparar contra ellos acompañado de su hermano. Según esta versión, el supuesto culpable habría tratado de vengarse del grupo, porque éste se oponía a que una de las mujeres de la familia continuara su relación con él. "La ha querido robar por la fuerza", explicaba otro familiar. El grupo asegura que la chica se separó "porque el tio andaba con drogas, pero él no lo ha aceptado".

El cuñado de la disputada mujer contó a sus familiares a la vuelta del hospital que el bebé fue alcanzado en un talón y que otro de los menores recibió 16 perdigonazos en una pierna.

Los hombres de la familia afirman dedicarse al mercadeo de chatarra y "a vigilar obras". Un grupo de unos 15 miembros meditaba casi sin hablar cómo reaccionarían ante el ataque, al lado de un coche que todavía mostraba los impactos. "Éstas no son maneras de arreglar las cosas, con violencia", reflexionaba uno. "Mañana [por hoy] tenemos una boda y esos [por los supuestos autores de los disparos] están invitados", dijo uno de los hombres con ironía. Un pariente le respondió: "¡Sí, cordero les vamos a dar, cordero!". "Menos mal que han sido balines y no disparos", musitó otro, en medio del corro.

Disparan desde un coche a una familia gitana en Madrid