El ex presidente, contra la voracidad urbanística
Se lo comieron a besos literalmente. La presencia del ex presidente del Gobierno Felipe González conmocionó ayer el centro del valenciano barrio de Benimaclet. Llegó a pie al centro social del barrio, atestado de gente por ser día de mercado, y se coló en un bar a tomar un café. A partir de entonces González tuvo que abrirse paso con dificultades porque la gente se le echó encima.
Se vivieron momento de emoción, sobre todo entre la gente de más edad, que recibió al ex presidente como a un héroe. "¿Cómo estás Felipe?", le preguntaron. "¿Por qué no sales?", le requerían los más nostálgicos.
Minutos después, el político respondía a todas esas preguntas, micrófono en mano. "Durante los 14 años que ocupé la presidencia del Gobierno no trabajaba más que durante los 12 años que estoy fuera", aclaró el ex presidente, quien poco después bromeaba con este hecho.
González, que se hartó de firmar autógrafos, habló tranquilamente de algunos de los temas que más le preocupan. Entre ellos, la falta de espacios públicos y la voracidad urbanística. "Me preocupa la irreversibilidad. Porque el urbanismo altera el espacio público y pesa luego sobre los hijos de nuestros hijos", reflexionó. El político insistió en que en España sigue existiendo una mayoría progresista y reconoció abiertamente que su derrota en 1996 no se hubiera producido "si [los socialistas] hubieran peleado más".
González se mostró siempre disponible para el partido: "Trabajo más ahora que antes, sólo que trato de ser discreto", y jugó una vez más con la metáfora del jarrón chino: "Los ex presidentes somos como los jarrones chinos grandes en apartamentos pequeños. Se supone que son valiosos, y nadie quiere romperlos o echarlos a la basura, pero estorban donde quiera que los pongan".
Una entusiasta Alborch firmó con los vecinos del barrio de Benimaclet un panel donde el partido ha recogido cinco compromisos con este barrio y que la candidata concretó en 300 viviendas protegidas, 100 apartamentos para jóvenes, dos aparcamientos subterráneos, una escuela infantil, un centro de salud y un centro cultural. Y para dejar constancia de su compromiso dejó el cartel en el centro social donde se celebró el acto.
Joan Ignasi Pla puso su grano de arena en al acto. "Mientras otros se dedican a sus peleas internas [en alusión a las listas del PP valenciano] y en Madrid a las mentiras, nosotros nos comprometemos con los ciudadanos".
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