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Reportaje:MÚSICA

Dos pianos y una voz

No es descubrir nada nuevo el afirmar que Katia y Marielle Labèque son dos de las personalidades más inquietas que ha dado el mundo de la música clásica en los últimos cincuenta años. Los mundos que abarcan estas dos incansables pianistas vascofrancesas van desde Mozart hasta los autores más contemporáneos, del rag time a la música latina, los Beatles o el jazz. La última aventura de estas dos volcánicas hermanas de Bayona llevará acento español y para conseguirlo no han dudado en aliarse con tres nombres importantes de nuestro panorama: la cantante Mayte Martín y los compositores-arreglistas Joan Albert Amargós y Lluís Vidal.

El resultado de este encuentro se grabará el próximo mes de julio, mientras tanto sus primeros resultados podrán ya disfrutarse en varios escenarios españoles a partir del próximo 17 de abril. El nuevo proyecto, todavía sin título definitivo, incluirá las canciones populares españolas que recogió Federico García Lorca junto a temas de Rodrigo, Falla, Granados, Paco de Lucía, Carlos Gardel, varios temas tomados del repertorio de Mayte Martín y otros escritos para la ocasión por Amargós y Vidal que han arreglado este colorista e intenso abanico para voz y dos pianos. "Hace mucho que queríamos incluir obras españolas en nuestro repertorio, pero, al no existir un repertorio específico para dos pianos, decidimos crearlo", explica Katia Labèque con un entusiasmo desbordante y contagioso. "Pensamos inmediatamente en una voz y también en otros instrumentos, pero pronto nos dimos cuenta de que los dos pianos tenían ya un sonido muy orquestal y que no era necesario añadir nada más".

Antes que comenzar a buscar ese repertorio, las dos pianistas hicieron su personal casting de voces comprando todas las recopilaciones de flamenco y canción española que pudieron encontrar y escuchándolas totalmente a ciegas sin ninguna información. Finalmente se quedaron con el nombre de Mayte Martín. Ni Katia ni Marielle Labèque habían oído hablar de ella. "Ni siquiera sabíamos si estaba viva o muerta", recuerda Katia. "Con anterioridad, Josep Pons

[director del la Orquesta Nacional de España] nos había presentado a Joan Albert y Lluís

y la sintonía había sido inmediata. Les pregunté si conocían a una tal Mayte Martín y si estaba viva y se pusieron a reír". Casualmente Joan Albert Amargós ha sido el arreglista y director de varias grabaciones y espectáculos de Martín. Así, de forma casual, el círculo acababa cerrándose. "La voz de Mayte", prosigue la pianista francesa, "no sólo es flamenca, es mucho más universal. En su voz puedes encontrar otros mundos distintos cargados de emoción que se compenetran perfectamente con el color del piano. Juntas vehiculamos una emoción más que un tipo determinado de música. No hubiéramos podido hacer este trabajo con una voz sólo flamenca".

El trabajo de selección de repertorio se centró inicialmente en las canciones populares recopiladas por Federico García Lorca. "Queríamos sentimientos antiguos para llevarlos a un mundo diferente, emociones de ayer pero con la sonoridad de hoy. No queríamos unos simples arreglos sino la visión de dos grandes compositores contemporáneos trabajando en tiempo presente sobre las antiguas composiciones, algo nuevo pero con aquella emoción". Katia Labèque se deshace en elogios sobre Amargós y Vidal a los que compara con los grandes compositores europeos del pasado siglo.

"El resultado te sitúa en el

flamenco pero no sólo en esa órbita". Un resultado que posiblemente haga fruncir el ceño a muchos recalcitrantes aficionados a la música clásica. "Sabemos que es arriesgado, siempre lo es cuando haces una cosa que no tiene precedentes", puntualiza Katia Labèque. "Esto no es flamenco-jazz ni flamenco-clásico...

es otra cosa: algo completamente nuevo".

Abrir nuevos caminos ha sido siempre una de las características del trabajo de Katia y Marielle Labèque desde que sorprendieran al mundo en 1980 con su poderosa versión de la Rhapsody in blue de George Gershwin. "Nos gusta abrir repertorio para la música clásica porque la música clásica siempre había sido muy abierta. Se cerró en los últimos cincuenta años por culpa de un esnobismo beato. Y por culpa de esa cerrazón ha perdido mucho público. Un público que debemos recuperar. Para la música clásica es un reto abrirse a otras músicas como el flamenco, poder incorporar las emociones de éste. Espero que al público de los conciertos clásicos le guste lo que hacemos porque buscamos transmitir una emoción. Habrá los que no lo acepten, pero son los mismos que todavía no aceptan a Stravisnky. Se sienten diferentes pero yo no puedo pensar como ellos, soy muy visceral y no quiero perder esa relación instintiva con la música".

Mayte Martín y las hermanas Labèque actuarán el próximo 17 de abril en el Auditorio de Madrid, el 19 en Vitoria, el 20 en Bilbao, el 22 en Oviedo y el 23 en Valladolid.

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