Ripoll bloquea las listas de Camps con un órdago en la candidatura de Alicante
El presidente del PP de Alicante deja a Alperi solo con todos los candidatos zaplanistas
Ojo por ojo. La guerra abierta entre Francisco Camps, presidente regional del PP, y José Joaquín Ripoll, presidente provincial de Alicante, bloqueó ayer la aprobación de las candidaturas autonómicas. Camps exigía manos libres para elaborar la candidatura autonómica por Alicante y pretendía que apenas dos zaplanistas se incorporarán a la lista municipal que encabezaría Luis Díaz Alperi. Ante semejante "provocación", Ripoll remitió a Génova una lista municipal compuesta íntegramente por zaplanistas, en la que Alperi, que ni siquiera fue consultado, se queda sólo en el primer lugar. El órdago de Ripoll desconcertó a la dirección regional y bloqueó, de hecho, la aprobación de las listas autonómicas.
La bronca interna provoca que el comité nacional del PP aplace su decisión hasta hoy
Los zaplanistas están dispuestos a morir matando y han convertido la confección de las listas autonómicas en la batalla final de una guerra que se prolonga desde el inicio de la legislatura. Los contactos entre los presidentes regional y provincial de Alicante, el último el miércoles hasta la media noche durante cuatro horas, han servido de poco. Camps pretendía elaborar una lista autonómica por Alicante que apenas incluiría a los zaplanistas Gema Amor y Miguel Peralta. Por una razón. Ambos son consejeros de su gobierno. El presidente regional exigió, además, que la lista municipal de Alicante apenas incluyera otros dos zaplanistas, Ripoll y Miguel Valor. Pero la competencia para "elevar" a la organización nacional la candidatura municipal corresponde al comité provincial, es decir, a Ripoll.
Los miembros del comité electoral regional se congregaron en la sede del PP de Valencia a las doce de la mañana para aprobar las listas autonómicas. Pero no las tenían todas consigo. La reunión formal, de hecho, se anunció hacia las 15.30.
Minutos antes de las tres de la tarde, Ripoll comparecía en Alicante para anunciar que había cumplido con su obligación de elevar a Génova la lista municipal. Y lanzó un órdago en toda regla. Alperi, el actual alcalde, encabeza la candidatura. Pero el resto de aspirantes a ocupar una concejalía son, todos y cada uno, de estricta confianza de Ripoll. Alperi se queda sólo. Más aún. Ni siquiera fue consultado. "Si quieren matarnos que nos maten, pero moriremos dignamente y no humillados", comentaba un zaplanista.
Ripoll, en rueda de prensa, tiró mano de los estatutos del PP y explicó: "Debíamos ejercer nuestras competencias estatutarias, ganamos un congreso interno y nos limitamos a ejecutar nuestras competencias". Para aderezar el calado del órdago, Ripoll recordó que la ejecutiva provincial que preside ganó un congreso con el 85% de los votos a su favor.
El presidente provincial ocupa el número dos de la candidatura municipal del PP por Alicante que se completa con los nombres de Macarena Montesinos, Carlos Mazón, Rosa Ana Cremades, Pedro Romero, María José Rico, Juan Zaragoza, Miguel Valor, Rosa Ruiz, Dolores Peña, Juan Seva, Francisco Zaragoza, Antonio Ardid y, en el número 15 Celia Meseguer. Todo ello personas afines al sector zaplanista. La lista fue aprobada por unanimidad por el comité de listas y por mayoría en la ejecutiva provincial. Ripoll explicó que había mantenido contactos con Mariano Rajoy, Ángel Acebes y Camps. Confesó que no se tomó la molestia de consulta a Alperi.
El presidente provincial de Alicante, en otro gesto frente a Camps, denunció que varios apoderados comarcales del PP en la provincia ni siquiera proceden de la comarca que representarán. Entre los casos más llamativos figuran los de David Serra, que es de Benissa y será apoderado en Alcoi, o el alcalde de Teulada, José Císcar, que será apoderado de la Marina Baixa.
La sede del PP en Alicante fue un hervidero, rostros largos, evidente malestar y muchos nervios entre todos aquellos que saben que van a quedar fuera de las listas y viven en sus carnes los últimos días del zaplanismo. Las consecuencias serán evidentes en la inminente campaña electoral, el aparato provincial del PP en Alicante, que ha cosechado varias victorias consecutivas, quedará marginado y desmotivado.
En la sede del PP de Valencia, la situación era parecida. Pedro Agramunt, presidente del comité electoral regional, subía y bajaba escaleras mientras esperaba autorización para convocar formalmente una reunión que no llegó a producirse.
Sólo la organización nacional puede modificar la lista municipal que elevó Ripoll. La misma organización nacional que intentó salvar la cara al comité electoral regional. Tras siete horas de plantón, Génova hizo saber que las candidaturas de cinco comunidades autónomas, entre ellas la Comunidad Valenciana, se aprobarán hoy.
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