La dirección nacional del PP apoya a Camps en su pulso con los zaplanistas

Máxima tensión entre el zaplanismo y el campismo. Las dos facciones del PP en Alicante se han embroncado por la confección de las listas con las que concurrirán a las próximas elecciones. Los mandatarios del PP ayer suspendieron sus agendas. El sector zaplanista, con Ripoll al frente, pidió auxilio en la sede central del PP en la calle Génova de Madrid donde se reunió con su secretario general, Ángel Acebes. El dirigente nacional dejó claro que Francisco Camps cuenta con el respaldo y apoyo del presidente del PP, Mariano Rajoy, y que los dos sectores deben arreglárselas para alcanzar un acuerdo.

"Si no hay acuerdo nos veremos obligados a mandar nuestra propuesta a Madrid"

Los zaplanistas querían que la dirección nacional del PP interviniera en la pugna que por la confección de las listas mantienen campistas y zaplanistas. La única concesión que hizo el secretario general, Ángel Acebes, fue conceder unas horas más de margen para que las dos facciones del PP intentaran acercar posturas. Por este motivo, desconvocaron anoche, por segunda vez en dos días, tanto el comité electoral como la ejecutiva provincial que debía ratificar la lista para el Ayuntamiento de Alicante y lanzar una propuesta autonómica para las Cortes Valencianas. El plazo para aprobar las listas de las capitales de provincia expira hoy, cuando esta tarde el Comité Nacional se reúna en Madrid para ratificarlas.

Acebes, según fuentes del PP en Alicante, aunque fue cordial dejó bien claro que deben arreglárselas como puedan ya que es Francisco Camps, presidente regional y de la Generalitat, la máxima autoridad dentro del PP en la Comunidad. Además, les recordó las reiteradas muestras de apoyo del presidente nacional, Mariano Rajoy, tanto a la "gestión como a los criterios" de Camps.

Los zaplanistas veían cómo su fuerza se iba desvaneciendo. Al tiempo que Ripoll mantenía contactos permanentes con otros zaplanistas como Miguel Peralta y Julio De España, en Valencia Francisco Camps despachaba con el alcalde y candidato del PP en Alicante, Luis Díaz Alperi. Sobre la mesa se perfilaron detalles de la lista municipal.

El presidente regional y de la Generalitat, Francisco Camps, asumió personalmente las riendas y el protagonismo en la negociación. Por su despacho fueron desfilando varios altos cargos del PP, y los últimos en ser atendidos por el presidente del Consell, fueron los zaplanistas de Alicante, con José Joaquín Ripoll al frente. Al cierre de esta edición la reunión proseguía y a penas había detalles sobre los integrantes de la lista municipal de Alicante que se convirtió en la última tabla de salvación y refugio para los zaplanistas. Ripoll, según sus colaboradores,

acudió para "intentar alcanzar un acuerdo y negociar". Sin embargo, el entorno de Francisco Camps evitó hablar de "una negociación, que implica posible cesión" y tildaron estas reuniones de "meros contactos con todos".

De la lista tanto municipal como autonómica pocos detalles trascendieron ayer. El propio alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, anoche antes de acudir a un acto con el mundo de las Fogueres evitó contestar a los periodistas sobre la cuestión, aunque se le veía sonriente y feliz. Tampoco sus ediles tenían información fehaciente sobre su futuro político. En la lista autonómica, todos daban por descartada la opción de los zaplanistas, de que Julio de España repitiera como cabeza de lista a las Cortes por Alicante, y también daban por casi seguro que Gema Amor quedaría fuera de esta lista.

"Si no hay acuerdo al final nos veremos obligados a mandar nuestra propuesta a Madrid y que ellos decidan", admitía ayer un representante del sector zaplanistas que se mostraba bastante pesimista y escéptico sobre el rumbo que iban adquiriendo las negociaciones.

Los criterios del presidente de la Generalitat, Francisco Camps, se han vuelto a imponer en el pulso con los zaplanistas. Si hace unos meses la batalla se abría por el control de la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM) y de sus órganos de dirección, en esta ocasión ha sido por las listas. En el primer asalto los zaplanistas llegaron a pactar con los socialistas una lista de consejeros con tal de frustrar las expectativas del presidente de la Generalitat, sin embargo, Francisco Camps se alineó con los representantes murcianos y consiguió imponer sus nombres.

Ahora la historia se repite, pero está por ver la reacción del sector zaplanista si finalmente quedan en una clamorosa minoría en las listas. "Tienen dos opciones o aceptan la lista o que se vayan", comentaba anoche un afín al presidente Camps. Este mediodía con las reuniones del comité electoral y la ejecutiva provincial, controlada por los zaplanistas, se desvelará tanto los integrantes de las listas como la reacción de los zaplanistas.