"Las cosas hay que hacerlas bien"
Una portavoz cualificada de presidencia de la Generalitat reflexionaba ayer, mientras contemplaba, en Parc Sagunt, la colocación de la primera piedra de la que será la mayor fábrica de zumos de Europa, sobre el proceso de elaboración de listas del PP: "Las cosas hay que hacerlas bien. Las formas son muy importantes". Nada que objetar si no fuera porque los hechos desmienten voluntades tan meritorias. Una frase previa a la reflexión revelaba todo el tinglado de la farsa: "Las candidaturas están cerradas". ¿Qué demonios entenderán en Presidencia de la Generalitat por "hacer las cosas bien" o por "las formas son muy importantes"? ¿Quién ha cerrado las candidaturas? No, desde luego, el comité electoral regional, convidado de piedra en todo el proceso. Ni los provinciales que, se supone, deberían haber efectuado sus propuestas al órgano superior. Nadie conoce otras reuniones que las mantenidas por el presidente del PP -por cierto, en el Palau de la Generalitat, convertido ya definitivamente en una subsede partidista- con José Joaquín Ripoll, Alfonso Rus y Carlos Fabra para, hasta donde consta, transmitirles su voluntad. Francisco Camps, después de años sufriendo agravios reales o imaginarios del sector zaplanista, bien puede decir "el PP soy yo". Julio de España y demás compañeros que realizaron gestiones de urgencia ayer ante la dirección nacional de su partido para implorar su mediación lo comprobaron en carne propia. Génova está con Camps y al que no le guste ya sabe dónde está la puerta. La cosas hay que hacerlas bien y en el PP saben hacerlas desde la época de Manuel Fraga: Uno manda y el resto obedece. Y de siempre se ha tenido muy claro que manda el que gobierna, no el que está en la oposición. Un pequeño detalle que un político con tantas conchas en el lomo como Eduardo Zaplana no tuvo en cuenta y así le fue. La batalla de la CAM la perdió el ex presidente de la Generalitat porque en Madrid entendieron, por más que tardaran un poco, que la derrota de Camps iba a ser también la de Mariano Rajoy. Caja y candidatura del PP en Alicante siempre fueron de la mano, dijeran lo que dijeran. Lo sabían Eduardo Zaplana, José Joaquín Ripoll..., y Camps. Por eso no aceptó ningún pacto ni componenda que le dejara en minoría. De ahí que decidiera "hacer las cosas bien". Entonces y ahora. Al estilo del PP, claro. Sin demasiados formulismos, ni cortesías. "El PP soy yo" debió pensar Camps. ¿Acaso no lo era con Zaplana?
¿Las formas? Las formas, bien, gracias.
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