Ni hablan ni se entrenan

El Barça salía el pasado sábado de La Romareda derrotado por el Zaragoza. Puyol, el capitán, pasó por la zona mixta, rumbo al autocar que debía devolver al equipo a Barcelona, lanzando un mensaje al aire: "Tenemos que trabajar más". Ronaldinho, segundo capitán del grupo, recogía la idea: "Sí, ése es el camino. Hay que trabajar más para volver a ganar". Ronaldinho subió al vehículo por la puerta delantera y se bajó por la trasera, abandonando la capital aragonesa en un coche privado, junto a Deco. Ayer, ninguno de los dos estuvo en el campo de La Masía entrenándose a las órdenes de Frank Rijkaard. Según un empleado del departamento de prensa, el portugués tenía "permiso del club para ausentarse del trabajo". La versión oficial es que Ronaldinho se personó en la sesión con fiebre y los doctores le mandaron a casa. No hay parte médico y ninguno de los tres galenos habla con los medios de comunicación desde que empezó el año.

En los 22 últimos entrenamientos, Rijkaard sólo ha contado seis veces con todo el grupo

Tampoco se entrenó Eto'o, afectado de una tendinitis que ya le privó de jugar contra los zaragocistas, y trabajó solo en el Camp Nou hasta que se sintió descubierto por las cámaras de televisión. Entonces, con una actitud que denotaba cierta molestia, decidió esconderse en el gimnasio. Allí se encontró con Motta, que padece una dolencia muscular que le ha tenido dos semanas de baja, y con Thuram, trabajando a su ritmo tras jugar en La Romareda. "Es normal que en un equipo profesional no siempre se entrenen todos", aseguró el central francés en un intento de quitar hierro a las reiteradas ausencias de futbolistas del primer equipo. "Lo importante es que el día del partido estén bien", matizó.

"Los entrenamientos sirven para preparar los partidos, pero, si hay golpes o están enfermos, es normal que algunos jugadores no se entrenen. Esperemos que se pongan bien pronto", rogó Oleguer, que insistió en considerar al Barcelona como su gran enemigo. "Estamos en una situación privilegiada: somos los primeros. Si hacemos las cosas bien, ganaremos partidos y ganaremos el título. Yo estoy seguro de que seremos campeones porque confió en esta plantilla", dijo antes dejar claro que, en su opinión, "es la mejor". "Por lo menos, y con todo respeto, es en la que yo quisiera jugar", reiteró Oleguer, que hoy tiene previsto acudir a un acto de apoyo a Núria Pòrtulas, en prisión preventiva desde que fue detenida el 7 de febrero en Sarriá de Ter acusada de actividades anarquistas. El jugador peor pagado de la plantilla dio otra vez la cara por los cracks en una sala de prensa que Eto'o no pisa desde el 15 de enero -se dice que está enfadado y nadie sabe a ciencia cierta por qué- y Ronaldinho tampoco visita desde el 26 de ese mismo mes.

"Nos preocupa que no hablen. Son la imagen de nuestro club. Pero, aún más, nos preocupan sus reiteradas ausencias en los entrenamientos. Pero esto ya es como el cuento del lobo: nadie nos cree", se lamentó ayer un alto ejecutivo de la entidad. "Deco tiene un problema personal grave y Ronie fiebre", aseguró la misma fuente. Mientras tanto, Rijkaard, que habló apenas cinco minutos con Puyol durante el entrenamiento, no parece preocupado por un hecho incuestionable: en los últimos 22 entrenamientos, sólo seis veces ha trabajado con todos los jugadores disponibles, es decir con todos los que no están lesionados. En los últimos tres meses sólo un día ha visto ejercitarse a la plantilla al completo y nunca ha podido trabajar más de tres días seguidos sin que alguno de los futbolistas considerados figuras tuviera que quedarse en el gimnasio con diversas excusas. "No le preocupa. Está tranquilo, como siempre", apuntó uno de sus colaboradores. "Ni eso ni el Madrid. Confía en el equipo", zanjó. No se entendería si no que hubiera concedido dos días de fiesta tras la derrota de Zaragoza y ayer, en la vuelta, no todos estuvieran en el campo de entrenamiento.