Una jornada de pique electoral, con lluvia de reivindicaciones

Faltan unos 50 días para las elecciones autonómicas y municipales del 27 de mayo y este hecho marcó ayer la visita del presidente del Gobierno, que primero recibió en el aeropuerto los abucheos de un reducido grupo de manifestantes, que reclamaban "agua para todos", y más tarde el aplauso de otros espontáneos a su llegada al edificio Veles e Vent.

La jornada institucional comenzó pasadas las diez de la mañana en el aeropuerto de Manises con algún que otro problema de protocolo entre las delegaciones de la Generalitat y la del Gobierno central. La candidata socialista a la alcaldía de Valencia Carmen Alborch se incorporó a la comitiva, lo que provocó cierto malestar en círculos de la Generalitat y del Ayuntamiento. El que Joan Ignasi Pla, líder del PSPV-PSOE y portavoz del Grupo Socialista en las Cortes, se adelantara unos metros -el portavoz del Grupo Popular, Serafín Castellano, intentó sin éxito unirse a él- para recibir y saludar al presidente Zapatero, tampoco gustó. En el puerto de Valencia se dio de nuevo alguna que otra situación tensa, con la foto de familia de los políticos con el equipo del Desafío español y el presidente de Iberdrola -empresa patrocinadora-, Ignacio Sánchez Galán.

Con humor fue recibido el comentario de la alcaldesa de Valencia, tras el brindis final, en el que, según se pudo escuchar, Barberá bromeó con el doble sentido de la palabra y confesó que esa copa -con la que brindó- se la llevaba porque la había pagado ella.

'Maquinaria' popular

La presencia de Zapatero en Valencia activó toda la maquinaria de la Generalitat y del PP, que adoptaron, al igual que el presidente Francisco Camps, un discurso reivindicativo frente a la Administración central. Así, el portavoz de Sanidad del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes, Antonio Clemente, pidió más financiación sanitaria, ya que, según dijo, "más de 740.000 valencianos no están siendo financiados por el Estado".

El secretario autonómico de Interior, Luis Ibáñez, reclamaba también al Gobierno central "medidas urgentes" y "políticas adecuadas ante la proliferación de grupos o mafias organizadas y las nuevas formas de delincuencia, ataques o asaltos con violencia" que, según dijo, "están generando alarma y preocupación entre la población", explicó en un comunicado. Adela Pedrosa, secretaria general del PPCV, exigió también al presidente del Gobierno y a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, que "se comprometan en firme con la Alta Velocidad en lugar de hacer visitas de pasarela", ya que "componen el tándem anti-AVE de nuestro territorio". El vicesecretario regional del PP, Ricardo Costa, no se quedó atrás y calificó la visita de Zapatero como "una visita de cortesía", a la vez que lamentó que "haya tenido que huir en cuanto ha escuchado las reivindicaciones de Camps".