La progresista Teresa Comte sustituirá a Mena como jefa de la fiscalía de Cataluña
Conde-Pumpido convoca un Consejo Fiscal en Barcelona para dar solemnidad al relevo
La continuidad está asegurada. Teresa Comte, una fiscal de arraigadas convicciones progresistas, sustituirá con toda probabilidad a José María Mena al frente de la fiscalía de Cataluña. Al cargo aspiran también otros tres fiscales conservadores, pero todas las fuentes consultadas coinciden en señalar que Comte será la elegida. El fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, convocará en Barcelona la celebración de un Consejo Fiscal, un organismo consultivo, para dar más solemnidad al nombramiento, que se llevará unos días después al Consejo de Ministros.
Mena se jubiló el pasado 1 de diciembre sin aclararse quién le iba a suceder. No porque él no lo recordara al fiscal general del Estado, sino porque éste no se puso manos a la obra hasta después de esa fecha. Ha tardado más de cuatro meses y ha tenido que vencer muchas resistencias de la interesada, pero finalmente Teresa Comte ha dicho que sí y ha presentado su petición para optar a la plaza de fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
El plazo acabó el pasado lunes y también optan al cargo el actual fiscal jefe en funciones, José María Romero de Tejada, y los fiscales Martín Rodríguez Sol y Víctor Alegret. Los dos primeros son de planteamientos conservadores y están asociados a la mayoritaria Asociación de Fiscales. A Rodríguez Sol se le vincula incluso con el Opus Dei. En cuanto a Alegret, es un fiscal atípico que se le sitúa en la órbita de CiU.
Finalizada la presentación de solicitudes, el próximo paso es que se reúna el Consejo Fiscal para que se pronuncie sobre el nombramiento. Se trata de un órgano consultivo cuyas decisiones no son vinculantes y en el que son mayoría los representantes conservadores. Aun así, nada asegura que Comte no sea la más votada en esa reunión si se divide el voto entre los dos aspirantes conservadores. Si no, uno de ellos quedará en evidencia y sin respaldo.
La reunión del Consejo Fiscal se celebrará en Barcelona, según han explicado fuentes de la fiscalía, en un deseo de Conde-Pumpido de darle más trascendencia a la reunión. Celebrado ese encuentro, el fiscal general del Estado propondrá un nombre al Gobierno, a través del Ministerio de Justicia, y finalmente decidirá el Consejo de Ministros.
Reflexión personal
Durante estos meses de reflexión personal, Comte se ha negado en diversas ocasiones a optar al cargo por motivos personales y familiares, pero finalmente ha optado aceptar en el último momento. "Si me lo pide Cándido no le puedo decir que no", se le oyó decir en alguna ocasión. Seguramente también ha influido en la decisión de aceptar el reto el relevo operado en el Ministerio de Justicia, que ahora ocupa el ex fiscal Mariano Fernández Bermejo, con el que tiene buena sintonía.
Y es que, además de haber nacido en Cataluña y hablar catalán, Comte es una fiscal que tiene los tres requisitos que en privado exigía Conde-Pumpido con su pecualiar estilo gallego: "Que sea del agrado del Ministro de Justicia, del presidente de la Generalitat y del mío propio".
Teresa Comte se apartó hace unos años del día a día en las salas de vistas y actualmente se ocupa del funcionamiento de los juicios con jurado y de la presentación de los recursos de casación ante el Tribunal Supremo. Este destino relativamente plácido nada tiene que ver con lo que le esperará al frente de una fiscalía como la de Barcelona, pionera en España en tantas iniciativas. En el caso de Comte, además, el listón que dejan sus predecesores no será nada fácil de igualar. Primero, Carlos Jiménez Villarejo, que ocupó el cargo de 1987 a 1995 y después José María Mena, que sustituyó a aquél hasta el pasado 1 de diciembre, cuando cumplió 70 años y se jubiló.
Comte ha desarrollado su carrera profesional con ambos durante más de 20 años y coincide en muchos de los planteamientos que tenían aquéllos en tratar a todos los ciudadanos de igual manera y en no amilanarse por abrir diligencias ni a ciudadanos de renombre ni por "delitos de cuello blanco", en expresión de Mena. La más que probable nueva fiscal jefe, de 53 años, goza de gran prestigio entre sus compañeros, especialmente en el ala progresista de la fiscalía representada en la Unión Progresista de Fiscales (UPF), a la que pertence desde hace años.
Otro cargo judicial femenino
En Cataluña, la justicia no sólo tiene nombre de mujer, sino que es muy femenina. Y es que las mujeres ocupan la práctica totalidad de los cargos relacionados con ese poder. Dentro de unas semanas, esa larga relación se ampliará con toda probabilidad con Teresa Comte como fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC).
La presidenta de ese organismo es María Eugenia Alegret, la única mujer en un cargo así en toda España. El decanato de los juzgados de Barcelona también está en manos femeninas y lo ocupa María Sanahuja.
En el Colegio de Abogados de Barcelona la decana es Silvia Giménez-Salinas, la primera mujer en toda la historia de la institución. Y el Colegio de Procuradores de Barcelona también tiene una decana desde hace varios años. Es Anna Moleres.
Estas tres últimas son los únicos cargos elegidos democráticamente. El resto son nombramientos discrecionales, como la presidencia de la Audiencia de Barcelona, que ahora la ocupa José Luis Barrera. Hubo un tiempo en el que también estuvo en manos femeninas. Fue Margarita Robles, la primera mujer en España que accedió al puesto.
Y es que cuando Robles empezó a vestir la toga, a principios de los años ochenta, apenas había un puñado de mujeres en la carrera judicial. Ahora son casi el 70% de los alumnos que salen de la Escuela Judicial de Barcelona. Para dirigir ese centro aspira de manera decidida al cargo una magistrada, por cierto.
En la lista de mujeres relacionadas con la justicia habría que incluir también a la decana de la facultad de derecho de la Universidad Autónoma de Barcelona, Francesca Puigpelat. Tan inusual es esta situación que periódicamente se reúnen para cenar todas las citadas y algunas otras con cargos menores.
Comte es una mujer muy reservada con su vida privada. Nació en Figueres en 1954 y todavía sigue ejerciendo de ampurdanesa los fines de semana. Tiene una amplia cultura y sus predilecciones son la literatura y la música. La seduce especialmente la literatura árabe y forma parte de una coral de canto. De apariencia seca, seguramente porque con la profesión de fiscal no se hacen amigos, Comte se transforma en las distancias cortas y dicen quienes la han tratado que es muy amiga de sus amigos.
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