Alonso ya no lucha contra el número 1
Nadie duda de que Michael Schumacher habría impedido que Hamilton le rebasara en la salida del Gran Premio de Malaisia de fórmula 1
La salida que realizó Lewis Hamilton en el Gran Premio de Malaisia de fórmula 1 fue espectacular. Pero en el paddock había la convicción de que, si Michael Schumacher hubiera sido el primer piloto de Ferrari, el de McLaren no habría pasado en la segunda posición tras la tercera curva. Y, probablemente, la carrera se le habría complicado mucho más a Fernando Alonso. Sin embargo, todo eso no son más que especulaciones.
La realidad, sin embargo, es que Alonso no está luchando esta vez contra un número uno. No hay en el Mundial un piloto mejor que él en estos momentos y puede incluso que su principal rival esté en su mismo equipo. Esa es la primera conclusión que ofrece la carrera malaya. Es evidente que Kimi Raikkonen y Felipe Massa ganarán pruebas. Pero sólo cuando cuenten con el mejor coche del paddock. Si los McLaren logran igualar sus prestaciones a las de las balas rojas, entonces, la calidad de Alonso y la garra de Hamilton van a ser determinantes.
Pocos cuestionan que Raikkonen es el piloto más rápido de la F-1, incluso más que Alonso. Pero necesita un coche que responda a sus exigencias, que son muchas, para apretar a fondo y ganar el título. Por otra parte, en su equipo confían sólo relativamente en él. Existe la convicción en Ferrari de que su líder acabará siendo Massa porque es quien mejor comunicación tiene con los ingenieros y los mecánicos y quien más se ha implicado con el equipo. Sin embargo, en Malaisia, Raikkonen demostró que él no comete errores y si no realizó una buena salida ni consiguió disputar la victoria a Alonso o la segunda plaza a Hamilton fue en parte porque su motor fue limitado a sólo 17.500 rpm y no pudo disponer de la potencia que le conceden las 19.000 rpm propias de los actuales.
Otro aspecto que reveló la carrera fue la presencia de un tercer equipo, el BMW Sauber, que puede interferir en la pugna que mantendrán McLaren y Ferrari. Massa cometió un par de errores en las primeras vueltas que le relegaron hasta la quinta posición. Y en toda la carrera no consiguió superar a Nick Heidfeld a pesar de que le presionó constantemente. Otro motivo de preocupación para Ferrari. "No podemos ocultar que estamos decepcionados", confesó Jean Todt. Y el propio Massa agregó: "Las cosas no funcionaron como esperábamos. Nuestro ritmo fue inferior al previsto y los adelantamientos se convirtieron en imposibles. Deberemos estudiar esto en profundidad".
En McLaren la satisfacción es enorme. Alonso les ha devuelto a la senda de la victoria. Y más aún teniendo en cuenta que en Bahrein nadie podrá cambiar grandes cosas y, por tanto, volverán a estar en condiciones teóricas de igualar a los Ferrari y que, dentro de un mes, en Montmeló, presentarán una evolución muy completa que les situará a la misma altura que los bólidos rojos o que incluso les dará una mayor punta de velocidad. El Mundial está que arde. Y la batalla entre Alonso y Raikkonen será dura. Aunque cada vez es más evidente que Raikkonen no es Schumacher. Ni mucho menos.
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