Juego macabro
En cada desplazamiento masivo de personas y vehículos con motivo de largos puentes o vacaciones, varios millones de personas, sin ser del todo conscientes de ello, entramos a formar parte de un juego de azar; de un juego macabro que consiste en poner nuestras vidas en el bombo y someternos a la suerte y a la casualidad, para decirnos en voz baja, si tenemos la suerte de regresar, "de ésta me he librado". Sin duda, casi todos pensamos que a nosotros no nos va a pasar nada porque somos los mejores conductores del mundo, y que los torpes e irresponsables siempre son los demás. Y, quizás por eso, las normas de la DGT, por muy duras que sean, no tengan el efecto que deberían tener sobre nosotros los conductores.
Los desplazamientos, por cualquier motivo que sean, se han convertido en algo esencial en nuestras vidas. Y, probablemente, necesitamos movernos constantemente para demostrarnos que estamos vivos, aunque con ello podamos encontrar la muerte.
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