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Condenados a 290 años dos etarras que hirieron a 16 agentes con una bomba en San Sebastián

La Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a 290 años de prisión a Ibón Etxezarreta y a Luis María Carrasco como responsables de la bomba trampa que hizo explosión el 11 de noviembre de 2000 en las inmediaciones del cuartel de la Guardia Civil de Intxaurrondo, de San Sebastián. La sala declara a ambos responsables de 16 tentativas de asesinato terrorista y de un delito de estragos terroristas. El tribunal les condena también a pagar una indemnización de 2.524.741 euros a las personas y organismos afectados por el atentado.

El tribunal considera probado que sobre las siete de la mañana del 11 de noviembre de 2000, los acusados, miembros de un comando de ETA, colocaron dos lanzagranadas artesanales sobre una plataforma de cemento a unos 250 metros del cuartel. A los tres cuartos de hora se produjo la detonación de una granada que impactó a unos 40 metros de la zona de lanzamiento y a un metro de la autovía de acceso al barrio de Herrera de San Sebastián. Un operario de unas obras de iluminación se percató de la existencia de las dos plataformas que servían de base a los lanzagranadas y alertó del hallazgo a Emergencias.

Miembros de la Ertzaintza y de la policía acordonaron la zona y desactivaron la granada que quedaba en una de las lanzaderas. Cuando lo consiguieron explotó una bomba trampa, que estaba escondida en el interior de la base de cemento que sostenía la granada desactivada y que afectó a 10 guardias civiles, tres policías y otros tres ertzainas. Los hechos fueron reivindicados ocho días después por la organización terrorista ETA en un comunicado publicado en Gara.

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