La cifra de fallecidos en carretera baja un 13% en el primer trimestre
Tráfico se toma la Semana Santa como un examen al carné por puntos
El carné por puntos se examina. Sus propios padres quieren ponerlo a prueba estas vacaciones: el reto es bajar las cifras de muertos en carretera durante la Semana Santa, que históricamente han estado por encima del centenar. Y aunque su aplicación está aún a medio gas desde su implantación el 1 de julio, se han evitado unas 410 muertes, si se compara con el mismo periodo del año anterior. Al descenso del 9,48% de 2006 se suma un 13,3% entre enero y abril.
A medida que corría el mes de enero, en los pasillos y despachos de la Dirección General de Tráfico serpenteaba un ambiente de optimismo. Los cuadros estadísticos indicaban un descenso muy acusado de las cifras de muertos en carretera. Parecía confirmarse que las estadísticas entraban en un periodo de caída en picado.
Pere Navarro, el jefe, recibía como cada día puntualmente a las ocho de la tarde un mensaje con el dato de la jornada, comparado con el mismo fin de semana del año anterior: el domingo día 7 sólo tres muertos, frente a 15 del año anterior; el domingo día 28, otros tres, frente a 17 en 2006... Acabó el primer mes del año con un espectacular descenso del 24,56%, que, más allá de la estadística, significaba que 69 personas siguen vivas.
Algo tendría que ver en ese respiro el hecho de que comenzaran a retirarse los primeros carnés de conducir a quienes acumularon suficientes infracciones como para perder todos sus puntos de un plumazo. Porque con el sistema sancionador actual, desde que un conductor comete una o varias infracciones hasta que administrativamente se le retira el permiso vienen a transcurrir unos seis meses. Hasta finales de marzo, sólo 500 conductores habían perdido el permiso por acumulación de sanciones.
Llegó el mes de febrero y el efecto se contuvo, la mortalidad provocada por los accidentes de circulación descendió un 7,33%. Y marzo se mantuvo en la misma línea, con un 7,5%. Esa diferencia entre los distintos meses, aunque arroja una media del 13,3%, empieza a preocupar, y en los despachos y pasillos de la Dirección General de Tráfico serpentea ahora cierta inquietud, sobre todo ante la Semana Santa, unos días de vacaciones en los que se esperan 15,5 millones de desplazamientos de larga distancia.
Aumento de la velocidad
En cierto modo, Tráfico considera que esta Operación Semana Santa es como un examen para el nuevo carné por puntos. Es la primera con el nuevo permiso y con los 68 flamantes radares que comenzaron a rotar en 175 puntos distintos de las carreteras hace sólo unos días. Fue Pere Navarro quien le puso a su medida estrella el listón bien alto: "Si no se consigue rebajar esa cifra [100 muertos] estas vacaciones alguna cosa está fallando".
La advertencia no era baldía: Tráfico ha detectado que la velocidad en carretera ha ido aumentando en los últimos meses, después de la moderación de la primera etapa del permiso por puntos. De hecho, en los dos primeros meses de implantación, julio y agosto del año pasado, los muertos sobre el asfalto descendieron un 20,6%. Las costumbres comienzan a relajarse, porque muchos conductores al no haber sido cazados hasta ahora pueden tener un falso sentimiento de invulnerabilidad.
Desajustes y problemas
Lo cierto es que el permiso por puntos lleva ya nueve meses de examen, y los desajustes y servidumbres que le impone el sistema sancionador español no han impedido que se anote éxitos. Entre esos desajustes están, por ejemplo, la congestión administrativa, los largos plazos y los recursos que se pueden presentar contra las sanciones. También es un lastre la todavía escuálida bolsa de ayuntamientos que están conectados al sistema informático de la Dirección General de Tráfico para comunicar las infracciones firmes que descuentan puntos.
El éxito es este: desde el pasado mes de julio y hasta abril se han salvado unas 410 vidas. El primer gran éxodo del año, la Semana Santa, supone un periodo especialmente peligroso en las carreteras, no tanto por los desplazamientos de largo recorrido, sino por los millones de desplazamientos cortos que se producirán en las calzadas convencionales, aquellas que sólo cuentan con un carril por sentido.
El nuevo examen del permiso por puntos comenzó el pasado viernes a las tres de la tarde. Las cifras de fallecidos de los primeros días no fueron muy halagüeñas.
El sábado perdieron la vida en las carreteras españolas 20 personas. Si el día 9 de abril se han superado los 100 muertos, como dijo el director de Tráfico, "algo estará fallando". Lo que no se sabe aún es qué consecuencias puede tener o qué medidas se adoptarán.
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