Batasuna necesita reunir casi 50.000 firmas para hacer listas en todo Euskadi y Navarra

Batasuna comenzó ayer su campaña para burlar la ilegalización y presentar candidaturas propias en las elecciones del próximo 27 de mayo. La fórmula elegida, la de las agrupaciones de electores, obliga a la izquierda abertzale a recabar en apenas 20 días cerca de 47.000 firmas de ciudadanos (el 2% del censo total) si quiere concurrir a las urnas en los 523 municipios vascos y navarros. El PCTV, partido para el que Batasuna pidió el voto en 2005, logró 150.200 votos. El portavoz de la formación ilegal, Joseba Permach, declaró ayer que es "obvio" que detrás de esas agrupaciones de electores está Batasuna.

Batasuna asume que su primera opción -fundar un nuevo partido con el nombre de Abertzale Sozialisten Batasuna (ASB)- ha fracasado: la Fiscalía General y la Abogacía del Estado han solicitado al Tribunal Supremo que prohíba la inscripción de ese partido por considerarlo sucesor evidente de Batasuna. Y las probabilidades de que el Supremo esté de acuerdo son altas. Por eso, la izquierda abertzale ha pasado al plan B: crear agrupaciones de electores en cada municipio, lo que le exime de pasar por el registro del Ministerio del Interior pero le obliga a convencer a miles de ciudadanos de que avalen, con su firma y DNI, las listas.

Las candidaturas deben presentarse antes del 23 de abril, así que Batasuna tiene tres semanas escasas para movilizar a sus fieles y ayer empezó a recoger firmas. Las agrupaciones tendrán una marca común, Abertzale Sozialistak, precedida del nombre de cada pueblo, según fuentes cercanas a las plataformas. Esa denominación se asemeja mucho a la de ASB, el embrión de partido cuya ilegalización pide la fiscalía. Por si quedaran dudas, Permach declaró ayer en Radio Euskadi: "Es obvio que somos nosotros los que estamos poniendo en marcha una nueva formación política, ASB, y que somos nosotros los que hacemos un llamamiento a que se formen las agrupaciones electorales".

La Ley del Régimen Electoral General establece que para crear una agrupación de electores es necesario que ésta venga avalada por un número de firmas proporcional a la población: el 1% del censo en los pueblos con menos de 5.000 habitantes, y entre 500 y 8.000 firmas para el resto. Eso significa que, si quiere presentarse en todos los municipios vascos y navarros, Batasuna tendrá que conseguir al menos 46.300 firmas, según el cálculo realizado por este periódico. En Bilbao, la ciudad más grande, necesitará el apoyo de 5.000 ciudadanos, y 3.000 firmas en San Sebastián, Vitoria y Pamplona.

En las últimas elecciones municipales, las de 2003, Batasuna, recién ilegalizada, también tuvo que recurrir a las agrupaciones de electores. La Fiscalía impugnó 249 listas -en las que concurrían casi 1.000 cargos de Batasuna e incluso presos etarras con delitos de sangre-; el Supremo anuló 241 de ellas y finalmente el Tribunal Constitucional tumbó 225 agrupaciones y consideró legales las otras 16.