Mueren siete personas en dos accidentes en Valencia y Burgos
29 fallecidos desde que comenzó la Operación Semana Santa, nueve más que en 2006
Un total de siete personas murieron, entre ellas dos menores de 13 años, y cuatro resultaron heridas graves en dos accidentes múltiples ocurridos ayer en las carreteras españolas. Los siniestros se produjeron en la Comunidad Valenciana y Burgos. Desde que comenzó la Operación Semana Santa, el pasado viernes a las tres de la tarde, hasta las ocho de ayer, perdieron la vida sobre el asfalto 29 personas, nueve más que en el mismo periodo de 2006.
La primera Semana Santa desde la implantación del carné de conducir por puntos, el pasado 1 de julio, también se anota otro trágico récord: el pasado sábado fue el día más negro del año, con 20 muertos. La lluvia caída estos días en parte de la Península puede haber contribuido a que empeorase la siniestralidad.
El fin de semana estuvo salpicado de siniestros en carreteras convencionales, de un solo carril por sentido, con numerosos choques frontales. Es ahí donde más peligro existe durante el primer gran éxodo vacacional del año, y no tanto en los desplazamientos largos, donde se toman más precauciones. En esas vías se utiliza menos el cinturón de seguridad, el conductor se confía más y los adelantamientos son más peligrosos.
El director general de Tráfico, Pere Navarro, aseguró hace sólo unos días que si el día 9 de abril, cuando concluya la operación especial, se habían superado los 100 fallecidos, "alguna cosa está fallando", refiriéndose al efecto esperado del carné por puntos y de la instalación de 68 nuevos radares. El año pasado murieron 110 personas en estas fechas; y en 2005, 105.
El balance ofrecido ayer por la DGT deja cortas las cifras del año anterior, cuando murieron 20 personas en los tres primeros días de la Operación Salida. Este año, desde el viernes a las tres de la tarde, se registraron un total de 21 accidentes mortales, en los que perdieron la vida 29 personas y otras 18 fueron trasladados a centros sanitarios con heridas graves. Tráfico sólo contabiliza los heridos en siniestros mortales, pero no contempla los que se producen en siniestros en los que no hay fallecidos, ni los ocurridos en vías urbanas.
Dos de los accidentes más trágicos ocurrieron en la Comunidad Valenciana y Burgos. Un Nissan Primera circulaba en la medianoche del sábado por el tramo de la N-I que discurre por el término municipal burgalés de Quintanavides. En su interior viajaba un matrimonio y su hija de 13 años. Todos perdieron la vida después de que el vehículo invadiera el carril contrario y colisionara frontalmente con un Seat León ocupado por otro matrimonio y sus dos hijas de 9 y 13 años. Esta última también falleció. Los dos coches fueron arrollados tras el choque por un camión.
Horas más tarde, a las ocho de la mañana del domingo, tres personas de entre 27 y 31 años, perdieron la vida en la CV-60, en un tramo en obras de la localidad valenciana de Terrateig. Murió el único ocupante de uno de los vehículos y otros dos jóvenes que viajaban de acompañantes en el otro coche. El conductor de este último turismo sufrió heridas de carácter muy grave y tuvo que ser trasladado al hospital La Fe de Valencia en helicóptero. Según el parte médico, presentaba varios traumatismos y fracturas y un traumatismo craneoencefálico "muy grave".
La Guardia Civil, que ayer seguía investigando las circunstancias del accidente, confirmó que el siniestro se produjo al chocar frontalmente los dos vehículos. Los bomberos tuvieron que sacar los cuerpos de entre un amasijo de hierros. Según fuentes del instituto armado, todos los implicados en el siniestro vivían en la comarca de Vall d'Abaida, por lo que "eran conocedores de la carretera", en la que no se observó "nada anormal".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.