El Banco de España corrige al alza el gasto de los turistas en los dos últimos años

Los turistas están gastando más de lo que dicen las estadísticas. Así lo reconoce el Banco de España, que ha revisado al alza los ingresos del sector en los dos últimos años. Con las nuevas cifras, la cantidad que los visitantes extranjeros se dejan en España ha pasado de estar estancada a crecer un 5,6%, según los datos revisados de 2006. El organismo ha recurrido a nuevas fuentes para medir mejor los ingresos turísticos, más difíciles de estimar desde la entrada del euro. Los cambios no afectarán a los datos de crecimiento del PIB pero sí aliviarán el déficit exterior.

El diagnóstico pesimista que ha prevalecido sobre el turismo en los últimos años se basaba en datos erróneos o, al menos, excesivamente prudentes. Muchos expertos han hablado de estancamiento en este sector, que aporta el 13% de la riqueza del país, pues con las cifras conocidas hasta ahora, el dinero que los turistas dejaron en España en 2006 creció sólo un 0,7% respecto al ejercicio anterior.

La revisión que ha realizado el Banco de España impone un cambio radical en el discurso, pues los ingresos avanzaron un 5,6%, más que toda la economía en su conjunto (3,9%). En total, los turistas gastaron 40.710 millones.

El motivo por el que el Banco de España ha infravalorado tanto esa fuente de ingresos reside en el euro. La existencia de una moneda única para viajar por 13 países europeos acaba con un instrumento clave para determinar el gasto: el cambio de moneda. Con el euro resulta más difícil discriminar si el gasto corresponde a un residente en España o a un visitante.

Conscientes de esta carencia, los responsables de esos datos han recurrido a otras fuentes para estimar mejor los ingresos turísticos. Y de los nuevos instrumentos ha surgido un procedimiento más completo.

Se mantiene el uso de las cifras de Egatur, la encuesta de gasto turístico que elabora el Ministerio de Industria, pero se incorporan otras. En primer lugar, la encuesta de ocupación hotelera, que consigna el número de viajeros que entran, las pernoctaciones, el personal ocupado en alojamientos hoteleros y los precios hoteleros.

Nuevos instrumentos

También las cifras de Frontur, que informa sobre los turistas alojados y sobre excursionistas. Las ventas en grandes superficies, un índice de precios de no residentes, el volumen de inversión extranjera en inmuebles y el número de pasajeros en vuelos internacionales completan las nuevas fuentes.

Las cifras revisadas se darán a conocer cuando se publique la próxima balanza de pagos -mide los flujos de España con el exterior-, el próximo 16 de abril. Ahí se incluirán las correspondientes al arranque del año y la revisión de los dos ejercicios anteriores. El cambio más relevante se apreciará en los datos de 2006, pues los de 2005 incluyen una corrección, pero muy leve (de crecer un 5,8% se pasa al 6%).

Esta mejor radiografía del turismo no incidirá en los datos de crecimiento económico. El producto interior bruto (PIB) ya estaba contabilizando ese gasto, sólo que no lo atribuía a los extranjeros, sino a los españoles. Así, sólo se trata de una recomposición del crecimiento, no de riqueza adicional. Las cifras que sí se verán modificadas, aunque levemente, serán las del déficit exterior. Este indicador, el más desequilibrado de la economía española, sumó el año pasado 86.026 millones de euros, lo que equivale al 8,8% del PIB. Se trata del mayor déficit exterior del mundo en términos absolutos, por detrás de Estados Unidos.

Con ese aumento de los ingresos por turismo, el lado de la balanza de los recursos que entran en España pesará algo más y, por tanto, la diferencia con el otro plato será algo menor. Un cálculo realizado con las nuevas cifras sitúa ese déficit en el 8,6%, aún muy elevado.

No es la primera vez que el Banco de España revisa los datos de turismo. Ya ocurrió en mayo de 2005, aunque en ese caso el resultado fue inverso: los ingresos se corrigieron a la baja. Desde la introducción del euro, el Instituto de Estudios Turísticos, el Instituto Nacional de Estadística y el supervisor del sistema bancario trabajan conjuntamente para calcular de forma más precisa los euros que se gastan los extranjeros en España.