El Ayuntamiento de Tarragona se resiste a derruir el restaurante Fortí de la Reina

"La última batalla judicial aún no se ha librado". Con estas palabras dejó ayer claro el portavoz del equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tarragona, Joan Aregio (CiU), que el consistorio agotará todas las vías judiciales antes de aceptar el derribo del emblemático restaurante Fortí de la Reina. Un auto del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) de anteayer dispone un plazo de 30 días para comenzar esta demolición, en cumplimiento de una sentencia de 1996 del mismo tribunal que dictaminó la ilegalidad de la construcción al estar ubicada en una zona verde.

El auto del TSJC, que por primera vez en este largo proceso judicial ha fijado un calendario para la ejecución de la sentencia, también incluye una multa de 1.500 euros al alcalde de Tarragona, Joan Miquel Nadal (CiU), si no inicia el derribo de la instalación en un plazo de 30 días, y sanciones de 1.500 euros más cada 20 días hasta el final de los trabajos.

Ayer, el portavoz del ejecutivo local y candidato convergente a la alcaldía de Tarragona, Joan Aregio, anunció que el Ayuntamiento presentará un recurso de súplica ante el Alto Tribunal, aunque no quiso explicar los argumentos jurídicos que utilizará un consistorio, que ya ha visto una y otra vez a lo largo de 17 años cómo la justicia le daba la razón a la parte contraria en este contencioso. Aregio lamentó que "una licencia de obras que dieron los socialistas" en 1989 y que permitió la construcción del restaurante sobre las ruinas de un fortín que usaron los partidarios del archiduque de Austria en 1714 le vaya a costar a las arcas municipales "lo mismo que el aparcamiento Jaume I", un aparcamiento presupuestado inicialmente en 3,5 millones de eruos y que acabará costando entre 16 y 320 millones.

Aregio se guardó ayer que la licencia de actividad del restaurante, el último paso legal preceptivo para que una industria o negocio pueda empezar a funcionar se lo concedió en el año 1989 el actual acalde Joan Miquel Nadal.